El tribunal turco que lleva el juicio contra 11 activistas miembros de Amnistía Internacional (AI) en Turquía, ha decretado hoy jueves la continuación de la medida de prisión preventiva para Taner Kiliç, presidente de la rama turca de la organización de derechos humanos AI. El juicio contra Kiliç, detenido el 6 de junio pasado en una redada contra varios abogados, se abrió el 25 de octubre en Esmirna, y los jueces aceptaron la petición de la Fiscalía de mantener al líder de la organización en prisión preventiva, informó el diario "BirGün".Kiliç está acusado de ser miembro del grupo del predicador Fethullah Gülen, a quien el gobierno de Turquía considera terrorista y responsabiliza del fallido golpe de Estado del año pasado.Integrantes de AI han protestado contra la decisión, denunciando que "las autoridades turcas han dado por supuesto, de forma pública y repetida, la culpabilidad de Taner Kiliç, basándose en insinuaciones y acusaciones sin fundamento".En un comunicado, el secretario general de AI, Salil Shetty, recordó que Kiliç también estuvo acusado en el juicio celebrado ayer en Estambul, cuya primera sesión acabó con la puesta en libertad con cargos de los otros 10 activistas acusados. "En las últimas 24 horas hemos visto las maniobras de manos dobles del caprichoso sistema judicial turco. Mientras una otorga libertad, la otra la quita, basándose en acusaciones no menos infundadas", denunció Shetty.La Fiscalía acusa a Kiliç de haber usado en su teléfono móvil la aplicación de mensajería cifrada Bylock, supuestamente desarrollada especialmente para las comunicaciones entre miembros de la facción de Gülen, aunque era de libre acceso. Tras el fallido golpe de julio de 2016, decenas de miles de personas han sido detenidas por tener Bylock en su móvil, aunque la propia Fiscalía ha estimado que el número de usuarios turcos puede alcanzar las 215 mil personas. Kiliç ha rechazado rotundamente tener conocimiento de esta aplicación, y por su parte Amnistía Internacional ha encargado dos informes periciales independientes, que llegaron a la conclusión de que no hay rastro del programa en su teléfono móvil."La liberación de los 'Diez de Estambul' anoche restauró cierta fe en el sistema judicial turco. Hoy, esta fe ha vuelto a derrumbarse", manifestó Shetty.