En el Día Internacional de la Mujer, este martes miles de argentinas marcharon por las calles de Buenos Aires para protestar por la "deuda" que mantiene el Gobierno nacional con las mujeres, en un país que sufre un feminicidio cada 32 horas, pese a las políticas impulsadas en los últimos años para combatir la violencia machista.Bajo la consigna de "La Deuda es con nosotras", en referencia al acuerdo alcanzado entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de un préstamo de unos 45 mil millones de dólares, miles de manifestantes ocuparon el centro de la capital argentina, entre música y proclamas reivindicativas.En declaraciones, la portavoz nacional del movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), Victoria Aguirre, reclamó en este 8 de marzo la implantación de políticas públicas "consistentes, activas, eficaces y sostenidas en el tiempo" para "frenar" esa espiral de violencia."La deuda más pendiente que tiene el Gobierno nacional es con nosotras y con las políticas públicas que faltan, porque los feminicidios y los trans-travesticidios no cesan y la violencia está muy recrudecida", aseveró Aguirre.Uno de los puntos centrales de la manifestación fue el reciente acuerdo entre el Gobierno argentino y el "staff" del FMI, que todavía requiere de la aprobación de la Cámara de Diputados para su entrada en vigor.Para la portavoz nacional de Mumala, dicho entendimiento conllevará recortes en las partidas presupuestarias dedicadas a género y diversidad, además de un aumento de las tarifas que impactará en el bienestar de las mujeres más vulnerables."Todo eso profundiza lo que desde hace unos años empezamos a denominar como la feminización de la pobreza en Argentina (...). Tenemos un porcentaje muy alto de hogares que son monomarentales, la jefa del hogar es la única aportante y en este contexto todo eso se recrudece", lamentó Aguirre.Más allá de ese acuerdo y sus efectos económicos, el verdadero foco de las protestas volvió a ser la violencia machista que atraviesa el país: en los primeros dos meses del año hubo un total de 43 feminicidios y trans-travesticidios en Argentina, lo que equivale a una muerte cada 32 horas, según cifras de Mumala.En este contexto, Aguirre pidió la implantación urgente de varias medidas, como el cumplimiento efectivo de la Ley de Educación Sexual Integral, la creación de un registro nacional de víctimas o la puesta en marcha de un sistema "integral" para abordar las denuncias."No hay comunicación entre los distintos ministerios o jurisdicciones en la toma de las primeras denuncias. Esto hace que la persona sea la única que tiene que resguardar su vida; como persona que sufre la violencia, tiene que procurar, además, que no la maten", señaló.Después de casi un siglo de prohibiciones, Argentina sancionó a finales de 2020 la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE): con este marco jurídico se practicaron más de 25 mil abortos en el primer semestre del año pasado, según el 'proyecto Mirar', un observatorio impulsado por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad.Sin embargo, en opinión de la portavoz de Mumala, la ley todavía afronta varios obstáculos para su implantación definitiva, debido a las trabas de algunas entidades sanitarias y a la presión que ejerce la Iglesia católica."Es una lucha constante. Nosotras, nosotres, pareciera que nunca estamos conformes, pero porque sabemos que, lamentablemente, nunca tenemos nuestros derechos consagrados", indicó Aguirre. Por todos estos motivos, las organizaciones feministas y sociales de Argentina no afrontan este 8 de marzo como una jornada de celebración, sino como un día de protesta y recuerdo por "todas las luchadoras que han puesto el cuerpo para que las mujeres tengan derechos". MF