El subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la coordinación de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, alertó de la “horrible” situación que se vive en Siria, en donde cree que se han registrado 900 mil personas desplazas desde el 1 de diciembre, la gran mayoría mujeres y niños, por lo que ha pedido un cese el fuego.“Están traumatizados y obligados a dormir al aire libre con temperaturas gélidas porque los campamentos están llenos. Las madres queman plástico para mantener calientes a los niños. Los bebés y los niños pequeños mueren a causa del frío”, relató Lowcock.Según explicó, la violencia en el Noroeste de Siria es indiscriminada y las instalaciones de salud, las escuelas, las zonas residenciales, las mezquitas y los mercados han sido afectados.“Las escuelas están suspendidas, muchas instalaciones de salud han cerrado. Existe un grave riesgo de brotes de enfermedades. La infraestructura básica se está desmoronando”, advirtió el representante de Naciones Unidas.Lowcock señaló que recibió informes de que los asentamientos para personas desplazadas están siendo “atacados”, lo que deriva en muertes, heridos y más desplazamientos.Pese a las negociaciones entre Rusia, aliada de Damasco, y Turquía, para rebajar la tensión, las tropas del presidente sirio, Bashar al Asad, han ido tomando la mitad de la zona desmilitarizada acordada para intentar contener el conflicto.En septiembre de 2018, en la ciudad rusa de Sochi, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, acordaron la creación de una franja de entre 15 y 20 kilómetros de ancho, que abarca las provincias de Hama, Idlib, Alepo y Latakia, para dividir las posiciones de las tropas sirias y la oposición armada.