En el último día de la Cumbre de las Américas, Estados Unidos intentó llevar un mensaje de unidad, así como también defendió a capa y espada su decisión de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela. No obstante, las diferencias latentes en la región quedaron a flor de piel; Colombia apoyó al anfitrión, mientras países como Argentina y Chile denunciaron la exclusión.Este viernes, en la Cumbre que se celebra en Los Ángeles, el presidente colombiano Iván Duque denunció con dureza a las "dictaduras" cubana, nicaragüense y venezolana y dijo que no tienen lugar en el foro hemisférico porque no son Estados democráticos."Debatamos nuestras diferencias en democracia. Pero nunca estas cumbres serán territorio fértil para los dictadores", dijo el mandatario. "Aquí hay una clara diferenciación entre quienes somos demócratas y quienes son autócratas". Agregó que en la Cumbre estuvieron "quienes creemos que en democracia se ventilan las diferencias al sentir de las mayorías en las elecciones y no la imposición violenta y arbitraria de un querer frente a la población".Días antes de la reunión, la decisión que tomóEstados Unidos de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua dividió a la región, separando a países que opinan igual que el presidente Joe Biden de aquellos que hicieron llamados a la inclusión y la unidad.Los presidentes de Argentina y Chile expresaron abiertamente una visión muy distinta a la de Duque, al igual que Belice. "Estamos acá para dialogar, para oír y por eso tenemos la más profunda convicción de que para que eso funcione de verdad no puede haber exclusiones. Acá debiéramos estar todos y no estamos todos", dijo el presidente chileno Gabriel Boric en su intervención en el plenario de la Cumbre el viernes."Porque no me gusta la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿Y saben por qué? Porque sería distinto sostener en un foro como éste, con todos los países presentes, incluso aquellos que decidieron restarse por esta exclusión, la urgente necesidad de la liberación de los presos políticos de Nicaragua", expresó el mandatario chileno.Cabe resaltar que desde el jueves se volvieron públicas las divisiones en la Cumbre, esto cuando el primer ministro de Belice, John Briceño, criticó públicamente la decisión de Estados Unidos de excluir a algunos países y el persistente embargo a Cuba. Sin identificarlos, Briceño dijo que es "imperdonable que haya países de las Américas que no estén" y que "el poder de la Cumbre se vea mermado por su ausencia".Inmediatamente después, Alberto Fernández, el mandatario de Argentina, quien dijo que hablaba a su vez como presidente pro-tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), aseguró que hubiese querido otra Cumbre de las Américas."El silencio de los ausentes nos interpela", aseguró Fernández y pidió también la reestructuración completa de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y un cambio de liderazgo."Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente", dijo el mandatario argentino.Este viernes, Fernández pidió unidad."Vine a que entendamos que somos un continente y que por ahí algún día dejemos de ser América del Norte, Central y de Sur y seamos América", sostuvo.Duque ha sido de momento el mandatario de la región que ha dado el espaldarazo más claro a Biden en la Cumbre, apoyando su decisión de dejar afuera a los tres países. No es la primera vez que Duque los critica y el viernes lo hizo a pocas semanas de dejar el poder. Se espera que el 7 de agosto un nuevo presidente tome las riendas de Colombia tras la segunda ronda que se celebrará este mes.Biden como presidente, y también cuando fue vicepresidente, ha dicho que Colombia es la "piedra angular del Hemisferio Occidental" y considera a ese país su mejor aliado en la región. Duque también se precia de decir que las relaciones están en su "nivel más alto" por la reciente designación de Colombia como aliado estratégico no miembro de la OTAN.Otro punto importante que quedo al descubierto en la Cumbre de las Américas es el tema de la OEA, de la que Estados Unidos es uno de los principales sustentos económicos. Duque la defendió el viernes en un claro contraste a lo que México lleva meses diciendo al calificar a la organización como una entidad al servicio de Estados Unidos y pidiendo su desaparición o restructuración.López Obrador ha denunciado que una organización regional no puede ser "lacayo" de nadie. Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que no acudió a la Cumbre, también criticó a la OEA.MV