Los cubanos de a pie, preocupados por vivir el día a día, acogieron ayer sin sorpresas la ratificación de Miguel Díaz-Canel como nuevo presidente, sucesión que “se veía venir desde hace rato” y que marca el inicio de la era “poscastrista” en Cuba.“Eso estaba cantado. (Díaz-Canel) ha estado saliendo mucho en la televisión, al lado de Raúl (Castro)”, dijo Yorjandy, de 26 años, en referencia al frecuente protagonismo del ex “número dos” del Gobierno cubano en los canales oficiales.Con el cambio de timón —y apellido— hay una pizca de esperanza de que mejoren las condiciones en el país, afirmó Cristina, maestra de 47 años: “Yo lo que quiero es que algo mejore, que cambie algo, pero para bien, no que vayamos atrás después de dar dos pasos adelante.En el mundo, los aliados de Cuba —China, Rusia, Venezuela y Bolivia— dieron su respaldo a Díaz-Canel y resaltaron que con su elección se profundiza el “legado revolucionario”. En tanto que el Gobierno estadounidense reiteró su llamado a que se den pasos “concretos” para mejorar la vida del pueblo cubano e insistió, en voz del vicepresidente Mike Pence, en que se realicen “elecciones libres y justas” en la isla.Por su parte, Miguel Díaz-Canel se comprometió a garantizar la continuidad de la Revolución y el legado de la generación histórica, sin prescindir de su mentor, Raúl Castro, quien seguirá a la cabeza de las decisiones más trascendentes para el país.“El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico crucial, que estará marcado por todo lo que logremos avanzar en la actualización del modelo económico y social, perfeccionando y fortaleciendo nuestra labor en todos los ámbitos de la vida de la nación”, dijo en su primer discurso como presidente.Los diputados eligieron además en la sesión constitutiva a Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente y como vicepresidentes a Ramiro Valdés, Roberto Tomás Morales Ojeda, Gladys María Bejerano Portela, Inés María Chapman y Beatriz Jhonson, mientras Homero Acosta continuó como secretario del Consejo de Estado.