El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó las nuevas medidas contra su país anunciadas por Estados Unidos (EU), que autorizará las demandas a empresas, incluso de otros países, vinculadas a bienes expropiados y restringirá aún más los viajes y remesas a la isla.“No cambiará la actitud frente a los que sostienen la espada contra nosotros”, dijo el presidente. Aseguró que los cubanos no aceptan “leyes sobre nuestros destinos que estén fuera de la Constitución”.El líder cubano reaccionó así al anuncio del endurecimiento de sanciones contra Cuba realizado por el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo. El funcionario anunció que el 2 de mayo se activará, por primera vez, el Título III de la Ley Helms-Burton, que permitirá reclamar, ante cortes estadounidenses, propiedades expropiadas por la Revolución cubana, y el Título IV, que restringirá la entrada a EU a los actuales beneficiarios u operadores de esas propiedades.La medida, protestada por la Unión Europea, que previsiblemente elevará el caso a la Organización Mundial del Comercio al perjudicar a empresas del bloque con negocios en la isla, y Canadá, busca disuadir a actuales y potenciales inversores en Cuba para ahogar la economía del país.Después de que Pompeo anunciara la activación de la Helms-Burton, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, la ratificó en una comparecencia frente a conservadores de origen cubano en Miami, y añadió dos medidas punitivas adicionales relativas al envío de remesas y los viajes de estadounidenses a Cuba.Las remesas, una importante fuente de ingresos de Cuba, se limitarán a mil dólares por persona cada trimestre, y el Departamento del Tesoro reducirá los viajes de estadounidenses, excepto por motivos familiares, lo que serviría para poner fin al definido por Bolton como “turismo velado” con el que los ciudadanos de ese país visitan la isla sorteando el embargo.La Unión Europea (UE) y Canadá lamentaron, en una declaración conjunta, la decisión de Estados Unidos de permitir demandas ante sus tribunales contra empresas extranjeras operando en Cuba y advirtieron de la “espiral innecesaria de acciones legales” por esta medida.La decisión “es lamentable y tendrá un impacto importante en los operadores económicos legítimos de la UE y Canadá en Cuba”, señalan la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, así como la canciller canadiense, Chrystia Freeland.La UE y Canadá reiteraron que la “aplicación extraterritorial de medidas unilaterales” sobre Cuba “es contraria al derecho internacional” y su disposición a trabajar conjuntamente “para proteger los intereses” de sus empresas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).Desde la aprobación de la norma en 1996, los gobernantes estadounidenses habían postergado la entrada en vigor de esa cláusula cada seis meses, para evitar problemas con países aliados con inversiones en la isla.