Ante la difícil situación de los cafetaleros en Guatemala, muchos trabajadores emigran a laborar en plantaciones de Chiapas, indicó el director de la Organización Internacional del Café (OIC), José Sette.El ejecutivo brasileño, quien asumió en mayo pasado en la OIC, indicó que el Gobierno mexicano impulsa la agricultura, lo que incluye apoyos al café, que en sus cultivos en el fronterizo Estado de Chiapas atrae mano de obra guatemalteca.Señaló que la baja en la producción de café en Guatemala, propiciada por diversos factores, ha provocado desempleo en algunas áreas rurales del país, cuyos trabajadores buscan colocarse en plantaciones de Chiapas y en Honduras.Sette advirtió que en general los productores de café de la región enfrentan una crisis.Algunos países, como Honduras y Nicaragua, han sobrellevado la crisis, pero la cadena productiva del café en Centroamérica está severamente golpeada por problemas como la roya, los bajos precios internacionales del grano y el cambio climático, aseveró.“No hay una solución mágica”, enfatizó el director ejecutivo de la OIC, quien aclaró que “es necesario trabajar en múltiples frentes” para rescatar al sector, como renovación de la planta de café, asistencia financiera y técnica, erradicación de las plagas, mercadeo y estimular el consumo interno, entre otros.Según la Asociación Nacional del Café (Anacafé), la máxima entidad del sector en Guatemala, el país tenía una producción hace unos años de más de seis millones de sacos de 60 kilos.El hongo de la roya, la falta de asistencia oficial y elevados costos de producción, principalmente, redujeron la producción hasta 3.9 millones de sacos.La organización destacó que en la cosecha 2016-2017, que cerró en octubre pasado, se proyecta una producción de 4.2 millones de sacos de café, en su mayoría para la exportación.