La confirmación de que existen al menos cinco decapitados entre los reos muertos en la penitenciaria del Guayas, en Ecuador, que dejó una gran cantidad de heridos, demuestra la cruenta realidad que se vive en las cárceles de ese país, permeadas por el crimen transnacional, opinó un experto.El director del Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), Bolívar Garzón, dijo a la prensa que aún hay más fallecidos por confirmar, mientras Fausto Buenaño, comandante de la zona 8, indicó que en los ductos de los pabellones existen cuerpos por identificar.Para el exdirector de inteligencia militar, coronel Mario Pazmiño, el sangriento amotinamiento evidencia que “el crimen organizado transnacional ha permeado la estructura del estado”, cuya gobernabilidad ha sido “trastocada por la injerencia de carteles internacionales como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación”, que operan a través de bandas locales.El experto calificó de “grave” la situación carcelaria que estaría poniendo a Ecuador en una posición de inseguridad y violencia nunca vistas.Según opinó Pazmiño, ante este escenario el gobierno ecuatoriano debería ceder temporalmente el control de las cárceles a la policía nacional, por un lapso mínimo de dos años, mientras se diseña una estrategia que permita formar adecuadamente a los guías penitenciarios y delegar la administración a expertos en criminología, psiquiatría, manejo de crisis y negociación; además de privatizar las áreas de provisión de seguridad para la implementación de puertas blindadas y sistemas de inhibición de celular efectivas, entre otras.