Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron este domingo sus ejercicios militares conjuntos anuales de forma más discreta que de costumbre, en un contexto de deshielo diplomático con Corea del Norte. Los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad surcoreana de Pyeongchang en febrero coincidieron con un notable acercamiento entre las dos Coreas, cuyos dirigentes se reunirán a finales de abril, antes de un esperado encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un. Los ejercicios llamados Key Resolve y Foal Eagle, que tienen lugar cada año por las mismas fechas, fueron aplazados para no coincidir con los Juegos de Pyeongchang. Y en un intento de no entorpecer la aparente mejoría de las relaciones diplomáticas con Corea del Norte, Seúl y Washington decidieron llevar a cabo esas maniobras durante un mes, cerca de la mitad del tiempo que suelen durar. Los ejércitos surcoreano y estadounidense decidieron además abstenerse de desplegar determinadas armas estratégicas, según Seúl. Esos ejercicios siempre provocaron tensiones en la península coreana, ya que el régimen de Pyongyang, dotado del arma nuclear, los considera como una repetición general para una invasión de su territorio. Pero un alto responsable surcoreano, que viajó a Pyongyang a primeros de marzo, aseguró que Kim Jong Un "entendía" la decisión tomada por Estados Unidos y Corea del Sur de seguir adelante con sus maniobras militares. Foal Eagle es un ejercicio en el terreno que reúne a unos 11 mil 500 soldados estadounidenses y a 290 mil militares surcoreanos, mientras que Key Resolve es un ejercicio de mando basado en simulaciones por ordenador. Estas maniobras comienza el mismo día en que estrellas del K-pop surcoreanas darán un concierto histórico en Pyongyang. JA