El primer ministro de Corea del Sur afirmó el miércoles que la policía deberá rendir cuentas por su falta de respuesta a las numerosas llamadas de emergencia antes de la mortal aglomeración de Halloween en Seúl.Al menos 156 personas, en su maoyría jóvenes, murieron y decenas resultaron heridas la noche del sábado cuando la primera fiesta de Halloween tras la pandemia se convirtió en una algomeración descontrolada en el popular distrito de Itaewon.Transcripciones de las llamadas de emergencia, muchas de ellas horas antes del desastre, dan cuenta de la creciente desesperación a la vista de la densidad de la multitud."Cuando cada ciudadano hace una llamada de emergencia es porque es muy urgente y hay necesidad de ayuda o acción de la policía", declaró el primer ministro, Han Duck-soo, después de una reunión del gobierno."El gobierno responsabilizará firmemente a los encargados en cuanto se termine la investigación", aseguró.Una investigación está en marcha sobre las causas de la tragedia, y un equipo investigador allanó el miércoles varias dependencias policiales, incluyendo las del distrito donde ocurrió el drama.Unas 100 mil personas llegaron a Itaewon para la celebración de Halloween, pero por no ser un evento "oficial" con un organizador designado, no hubo control de multitud de parte de la policía u otra autoridad.El gobierno anunció también el miércoles que va a modernizar el servicio 112 de llamadas de emergencia."El gobierno lo hará lo mejor posible para crear una sociedad más segura y tomará este accidente como una lección", declaró a la prensa Park Jong-hyun, del ministerio del Interior y Seguridad.Varios altos cargos, incluyendo el jefe policial, el alcalde de Seúl y el ministro del Interior, se disculparon públicamente el martes y admitieron que fallaron en evitar el desastre.