Corea del Norte puso en duda la histórica cumbre entre su líder Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump prevista para el 12 de junio, a causa de las maniobras militares conjuntas de Washington y Seúl.Unas conversaciones de alto nivel que estaban previstas entre enviados de Pyongyang y Seúl este miércoles también fueron suspendidas a causa de esos ejercicios, informó la agencia surcoreana Yonhap."Hay un límite de la buena voluntad que podemos mostrar", advirtió la agencia oficial norcoreana KCNA.Las maniobras de las fuerzas aéreas estadounidenses y surcoreanas son un ensayo de invasión y una provocación en momentos en que las relaciones intercoreanas están mejorando, advirtió KCNA.Washington "tendrá que pensar cuidadosamente sobre la realización de esta cumbre Estados Unidos-Corea del Norte tras este lío militar provocador", explicó KCNA.El ejercicio aéreo Max Thunder, que se inició el 11 de mayo, está previsto que dure dos semanas. En las maniobras participaran una centena de aviones de los dos países, incluyendo los cazas furtivos estadounidenses F-22 "Raptor", la bestia negra para Corea del Norte que teme ataques "quirúrgicas". Poco después, el gobierno de Estados Unidos anunció que mantenía los preparativos para la cumbre entre Trump y Kim, a pesar de una amenaza de Corea del Norte de cancelar esa reunión."Seguimos avanzando" para la cumbre del 12 de junio, dijo Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, quien añadió que Washington no recibió ninguna "notificación" de la advertencia norcoreana reportada poco antes por la agencia surcoreana Yonhap."No hemos escuchado nada desde ese gobierno o el gobierno de Corea del Sur para indicar que no deberíamos seguir con esos ejercicios militares o que no deberíamos seguir preparando la reunión", dijo el martes Nauert.Incluso, añadió, los negociadores estadounidenses tenían elementos para asumir que Kim "entiende y aprecia la importancia" de las acciones militares conjuntas que se realizan en Corea del Sur.Estas operaciones, informó el Pentágono, se proponen mejorar la capacidad de la alianza EEUU-Corea del Sur de defender esa parte de la península coreana."Aunque no discutiremos detalles específicos, la naturaleza defensiva de esos ejercicios han sido claros desde hace décadas y no han cambiado", informó el Pentágono en una nota.Corea del Norte suele condenar las operaciones militares y en el pasado incluso ha respondido con acciones y provocaciones. Este año, los dos grandes ejercicios regulares Key Resolve y Foal Eagle fueron aplazados porque el presidente surcoreano Moon Jae-in no quería que perturbaran la participación de Corea del Norte en los juegos de Pyeongchang, que allanaron el paso al diálogo. En un cambio de actitud, los delegados de Seúl que se entrevistaron con Kim dijeron que él dijo que "entendía" si los ejercicios seguían adelante. El lenguaje usado por KCNA es un inesperado regreso al pasado por parte de Pyongyang, que siempre había dicho que necesitaba armas nucleares para defenderse de la amenaza estadounidense.El mes pasado, durante una cumbre intercoreana, los dirigentes de las dos Coreas se comprometieron con el objetivo de desnuclearización de la península. Pyongyang acaba de anunciar que desmantelará a finales de mayo su única instalación conocida de ensayos nucleares pero no precisó públicamente qué concesiones pide a cambio.La cumbre entre Kim y Trump tiene como tema central con la cuestión de los programas balístico y nuclear de Corea del Norte. Washington exige una "desnuclearización completa, verificable e irreversible (DCVI)" de Corea de Norte y afirma que la verificación es esencial.Corea del Norte afirmó que no necesitaría armas atómicas si se garantizaba la seguridad del régimen. JA