El portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Lior Haiat, aseguró ayer que “no es el momento de negociar” con el grupo islamista Hamás para el rescate de las entre 100 y 150 personas que el Gobierno israelí cree que han sido secuestradas o capturadas por los milicianos palestinos.“No es el momento de negociar. Todavía estamos en guerra. Seguimos luchando contra los terroristas en nuestro territorio”, dijo Haiat en una rueda de prensa virtual, tras ser cuestionado sobre el posible envío por parte de Canadá de un equipo de expertos en rescate de rehenes.El portavoz recordó que hay 300 mil militares desplegados entorno a la Franja de Gaza y la frontera con el Líbano, donde ha aumentado la tensión con el grupo chií libanés Hizbulá en las últimas horas e insistió en que “Israel está en guerra y hará todo lo que sea necesario para ganarla. No tenemos otra opción”.En este sentido, apuntó que “la guerra contra Hamás no va a ser una operación corta, sino una guerra larga y dura”.“Comenzaremos nuestro ataque contra la infraestructura de Hamás en Gaza y nuestro objetivo es crear una nueva realidad en la que la organización terrorista Hamás no sea capaz de volver a atacar a civiles israelíes como lo ha hecho”, dijo. El número de fallecidos en Israel por el ataque sorpresa del sábado del movimiento islamista Hamás superó ayer los mil 200 mientras que los bombardeos israelíes en Gaza han causado ya mil 055 muertos. Bajo una noche pesada y oscura, los funerales de jóvenes soldados israelíes muertos a manos de Hamás se celebran sin interrupción y en el más absoluto silencio en el cementerio militar de Jerusalén, sólo perturbado por los sollozos de los presentes espoleados por su cólera.La tierra del panteón de Mont Herzl, fundador del sionismo político, fue removida por una pequeña excavadora para realizar el entierro. El Ejército de Israel informó haber realizado un ataque contra la Universidad Islámica en Gaza por considerarla un centro de operaciones de la milicia palestina Hamás.“La universidad se utilizaba como campo de entrenamiento de Hamás para agentes de inteligencia militar, así como para el desarrollo y producción de armas, aunque se dijo que también fue usada para recaudar fondos. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió ayer que “cada miembro de Hamás es hombre muerto”, al anunciar un Gobierno de emergencia con el líder de la oposición y ex ministro de Defensa Benny Gantz, mientras dure la guerra.“Dejamos de lado cualquier otra consideración por los ciudadanos de Israel”, afirmó el primer ministro, en el quinto de día de guerra con las milicias palestinas de Gaza, durante un mensaje conjunto con Gantz y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.“Vamos a destruir y matar completamente a Hamás, el ISIS de Gaza. Se esfumarán de la Tierra, ya no existirán, no aceptaremos que los niños y bebés israelíes sean asesinados y todo siga como siempre”, dijo el ministro de Defensa, al asegurar que las zonas israelíes aledañas a la Franja han sido aseguradas y ahora sus tropas “se concentran en la ofensiva”.Por su parte, Ganzt comentó que “el Estado de Israel está enfrentando uno de sus momentos más difíciles”, con sus “familias que han sido asesinadas y secuestradas por un enemigo sin piedad que debe ser eliminado”.“El hecho de que estemos aquí unidos, codo a codo, es un mensaje muy claro para el enemigo, y aún más importante, es un mensaje para todos los ciudadanos de Israel”, añadió.“Estamos aquí todos juntos, estamos todos movilizados”, recalcó. Netanyahu informó más temprano sobre la formación de un Gobierno de emergencia junto a Gantz para hacer frente a la guerra con las milicias palestinas de Gaza.El acuerdo indica que Gantz, junto con el ex ministro de Justicia Gideon Saar, otro ex jefe del Estado Mayor del Ejército, Gadi Eisenkot, y otros dos diputados se integrarán al gabinete político y de seguridad del Gobierno por la duración de la guerra. Los cinco son miembros del partido de centro-derecha Unidad Nacional, comandado por Gantz.El gabinete de gestión de la guerra estará integrado por Netanyahu, Gantz y el actual ministro de Defensa, Yoav Gallant.Además, se reservará un sitio en el gabinete de gestión de la guerra para Yair Lapid, quien junto a Gantz son los dos miembros más fuertes de la oposición a la coalición de Netanyahu en el Parlamento.Las negociaciones para la inclusión de Lapid aún no han concluido y medios locales explican que se debe a desacuerdos con los socios ultraderechistas de coalición de Netanyahu.Por último, el acuerdo establece que, mientras dure la guerra, no se podrán impulsar proyectos de ley ni tomar decisiones gubernamentales que no se vinculen al conflicto con las milicias. El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió ayer a Israel que actúe bajo las normas de la guerra en su lucha contra Hamás, luego de cinco días de hostilidades.Biden dijo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que “es muy importante que Israel, (con) toda la rabia y frustración, respete las normas de la guerra”. Estados Unidos desde un principio ha mostrado abierta y claramente su apoyo al país de Medio Oriente e incluso el martes anterior ha enviado un avión con municiones para equipar al Ejército en el ataque contra Hamás. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, partió ayer hacia Israel para coordinar con el Gobierno de Benjamín Netanyahu la ayuda estadounidense para enfrentar a Hamás en la nueva guerra de Gaza.“Estamos decididos a asegurarnos de que Israel tenga todo lo que necesite para defenderse y para garantizar la seguridad de su pueblo. Ya está en camino la asistencia militar solicitada por Israel”, dijo Blinken antes de subir a su avión en la base militar Andrews.Está previsto que el jefe de la diplomacia estadounidense llegue a Tel Aviv por la mañana de hoy y se entreviste con Netanyahu; con el Presidente de Israel, Isaac Herzog; con otras autoridades y con empleados de la embajada de Estados Unidos.Blinken pasará pocas horas en Israel, donde podría dar una rueda de prensa antes de viajar a Amán para sostener reuniones con autoridades. En las ruinas de Gaza, convertida en una ciudad fantasma por los intensos bombardeos israelíes, la muerte está al acecho de los habitantes que no pueden huir ni encontrar refugio.Mohammed Mazen y sus vecinos permanecieron durante toda la noche en el portal de su edificio para intentar evitar los bombardeos israelíes. Al salir por la mañana, descubrieron la magnitud del desastre: el barrio convertido en ruinas y las calles desiertas.Este hombre de 38 años, padre de tres niños, no podía creer lo que veía. “Mi esposa y yo nos dijimos: ‘todo esto es real?’ Nos sentíamos como en una ciudad fantasma y como que éramos las únicas personas vivas”, declaró.En el contraataque iniciado desde el mismo sábado que Hamás sorprendió a Israel, más de mil personas murieron y unas cuatro mil 500 resultaron heridas en los ataques israelíes, según las autoridades locales.El barrio de Mazen, conocido como Rimal, recibió cientos de ataques israelíes durante la noche y quedó reducido a escombros. “Estamos atrapados, no sabemos a dónde ir, pero no podemos quedarnos porque nuestro piso está cubierto de cristales rotos y metralla”, dice Mohammed Mazen.Esos escombros son los restos de una noche de horror, narrada por los habitantes del barrio, ahora privado de agua, electricidad e internet.Cuentan que los disparos venían del cielo y del mar, donde Israel desplegó barcos para atacar la Franja de Gaza, un pequeño territorio enclavado entre Israel, Egipto y el Mediterráneo.Por la mañana se encontraron aturdidos en las calles, con unas pocas cosas que empacaron apresuradamente bajo el brazo, en maletas o bolsas de plástico.Algunos salieron, la mayoría a pie porque pocos taxis se aventuraban entre los escombros y bajo el diluvio de fuego, que ya había dañado o destruido 15 ambulancias, según el ministerio de Salud. El movimiento islamista palestino Hamás afirmó ayer que había liberado a una rehén israelí y a sus dos hijos, capturados en la ofensiva lanzada el sábado contra Israel desde la Franja de Gaza.“Una colona israelí y sus dos hijos fueron liberados tras ser detenidos durante los enfrentamientos entre el grupo palestino y el ejército israelí”, indicó un comunicado del brazo armado de Hamás, que gobierna el enclave desde 2007.El Ejército hebreo no confirmó esa información al ser consultado.Un video difundido poco después por Al-Aqsa TV, el canal de Hamás, muestra a una mujer con camisa azul junto a dos niños y tres hombres armados alejándose de una zona de alambre de púas que parece ser la valla erigida por Israel alrededor de la Franja de Gaza.Pero la televisión pública israelí señaló posteriormente que las imágenes mostraron a personas que “nunca habían sido llevadas a Gaza”.La prensa local indicó que se trataba de Avital Aladjem, una residente del kibutz Holit que y según el relato que hizo en varias entrevistas había sido llevada por la fuerza el sábado por hombres de Hamás junto a los dos hijos de un vecino a la zona fronteriza entre Israel y la Franja de Gaza tras el asalto del sábado en el sur del país.Aladjem dijo que sus captores la dejaron libre para salir con los niños hasta la valla. Se cree que decenas de israelíes y extranjeros, entre ellos soldados, civiles, niños y mujeres, permanecen en manos de Hamás en la Franja de Gaza desde la ofensiva del sábado. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, negocia la liberación de los rehenes israelíes capturados durante la ofensiva del movimiento islamista palestino Hamás, que los llevó a Gaza, informó ayer una fuente oficial turca. “Están negociando para obtener la liberación de los rehenes”, declaró la fuente, confirmando una información de la cadena de televisión privada Habertürk. Edificios destruidos, vehículos quemados, manchas de sangre y un mar de casquillos en las calles, así luce la ciudad israelí de Sderot, la más cercana a Gaza y liberada el martes por el Ejército después de tres días de cruentos combates con milicianos palestinos que se infiltraron el sábado y masacraron a unos 40 residentes.Esta ciudad de casi 30 mil habitantes se ha convertido en un pueblo fantasma en el que reinan la destrucción y el silencio.Lo único que se escucha es el sonido de las alarmas antiaéreas, de los todoterrenos atestados de soldados, las intercepciones de cohetes lanzados desde Gaza, los feroces bombardeos israelíes en la Franja de Gaza y de las máquinas excavadoras que intentan demoler los restos de lo que alguna vez fue la Estación de Policía de Sderot.Por las calles circulan escasos residentes, todos con miedo, muchos con la mirada perdida y otros paseando a sus perros, intentando que no laman la sangre de los muertos, aún húmeda en las aceras.“No tengo a dónde ir. No tengo familia, sólo a mis hermanos que también viven aquí. No tengo dinero para pagarme un hotel. Estamos entrando y saliendo todo el tiempo de los refugios porque nos dicen que hay terroristas o suenan las sirenas”, relata Ofer, israelí de unos 50 años que tiene miedo de revelar su apellido y su edad exacta por temor a ser identificado por el movimiento islamista Hamás.El sábado por la mañana, Ofer vio desde su ventana cómo una columna de milicianos del grupo palestino se dirigía hacia la comisaría, acribillando a todo aquel en su camino.Allí se enfrentaron con un grupo de agentes hasta que llegaron refuerzos del Ejército que rodearon el edificio. Tras 20 horas de combates, las tropas terminaron derribando la estación con lanzacohetes. Ante este panorama, la mayoría de los residentes de Sderot abandonó la ciudad y no saben cuándo podrán volver.Del lado israelí la cifra de fallecidos llegó a mil 55, además de más de 100 personas secuestradas por las milicias y llevadas a Gaza, según se ha informado.Además de la desesperación y el miedo, en Sderot abunda también el enojo. Enojo con las fuerzas de seguridad que tardaron en llegar y con los políticos.“Aquí la mayoría somos votantes de la derecha, pero yo estoy furioso con Netanyahu, que dejó crecer a Hamás. Podríamos haber terminado con ellos desde el principio, cuando construyeron el primer cohete”, afirma Moshe Hasón, israelí de 62 años y residente de Sderot.A pocos metros de la casa de Hasón se encuentra la escuela rabínica, dirigida por el rabino David Fendel, pero él se niega a abandonar su ciudad. Resurgirá con vida, dice. El papa Francisco pidió la liberación inmediata de los rehenes capturados por los combatientes de Hamás.Durante su audiencia semanal, el pontífice dijo que está siguiendo los acontecimientos en Israel y en los territorios ocupados con “dolor y aprensión”, con “tantos muertos y heridos”, y dijo que está rezando por quienes vieron “un día de celebración transformado en un día de luto”.“Quien es atacado tiene derecho a defenderse. Pero estoy muy preocupado por el asedio total en el que viven los palestinos en Gaza, donde hay también muchas víctimas inocentes", afirmó. El rey Carlos III de Inglaterra condenó “los barbáricos actos de terrorismo contra Israel” y le ha pedido a funcionarios mantenerlo informado de los acontecimientos en el Medio Oriente, informó un portavoz.En una sesión informativa sobre el próximo viaje del rey a Kenia, el vocero dijo que el rey está sumamente consternado por la situación.“Sus pensamientos y oraciones están con todos los que están sufriendo, particularmente los que han perdido a un ser querido, pero también los que en estos mismos momentos están activamente involucrados”, expresó el vocero. “Su Majestad está horrorizado por los barbáricos actos de terrorismo contra Israel”. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos dijo que nueve de sus trabajadores han muerto desde el inicio de los bombardeos.“La protección de los civiles es fundamental, incluso en tiempos de conflicto”, dijo Juliette Touma, directora de comunicaciones de la UNRWA. “Deberían ser protegidos de acuerdo con las leyes de la guerra”.Según Touma, los ataques mataron a los trabajadores de la ONU en sus casas en todo el territorio. El operativo israelí causó daños en 18 escuelas de la agencia convertidas en refugios y en su sede en la ciudad de Gaza, añadió. CT