La potente explosión de Beirut, Líbano, se ha cobrado sus dos primeras víctimas políticas, los ministros de Información y Medio Ambiente, mientras que cinco días después del devastador suceso hay poca esperanza de encontrar supervivientes debajo de los escombros.El Ejército libanés dio hoy por concluida la primera fase de las labores de búsqueda y rescate, sin que los equipos locales e internacionales hayan hallado supervivientes, lo cual será menos probable a partir de este momento.El jefe del batallón de ingeniería del Ejército libanés, Rojeh Khoury, explicó que después de tres días de búsqueda "la esperanza de encontrar a personas con vida ha disminuido", pero que continúan los trabajos para recuperar los cadáveres de debajo de los escombros."Los equipos que estaban buscando a gente con vida consideran que su trabajo ha terminado", afirmó Khoury.La ministra libanesa de Información, Manal Abdel Samad, dimitió este domingo al considerar que sigue habiendo "resistencia" a aceptar los cambios que exige la población tras la tragedia, que ha dejado de momento 158 muertos y unos seis mil heridos."Después del horror del desastre de Beirut, presento mi dimisión del Gobierno", anunció Abdel Samad en un comunicado, según la Agencia Nacional de Noticias (ANN) libanesa, seguida pocas horas después por el titular de Medio Ambiente, Damianos Kattar.En una nota, comunicó su dimisión "ante el horror de la catástrofe, en reverencia a las almas de las víctimas inocentes, en solidaridad con los heridos y sus familias, sintiendo el dolor de las familias de los desaparecidos, en simpatía con todos los afectados (...) y en medio de un sistema estéril y afligido".El ministro afirmó que está "triste hasta la muerte" por lo ocurrido.Mientras, en las calles de Beirut, la rabia y la indignación ciudadanas volvieron a alimentar este domingo protestas violentas, después de que ayer los manifestantes asaltaran las sedes de varios ministerios y se enfrentaran con la Policía, con un saldo de 250 heridos y un agente fallecido.Este domingo, las fuerzas de seguridad y los manifestantes se arrojaron gases lacrimógenos, piedras y material incendiario en los alrededores del Parlamento, en el centro de la capital libanesa.Entre los rescatistas, se encuentra el contingente español de operaciones GERCCMA método Arcón, que se unió este sábado a las labores de salvamento y no ha podido rescatar a ninguna persona con vida hasta el momento.Su jefe, Jaime Parejo, confirmó que el Ejército libanés les comunicó este domingo que se "suspendían las operaciones de búsqueda y detección" de supervivientes.El bombero español, que está a cargo de otros cuatro miembros de ese cuerpo, con cuatro perros, consideró "culminada" la primera parte de la misión.Según Khoury, tampoco los grupos de rescate de Holanda, Chipre, Polonia, Alemania, Grecia, República Checa y Catar encontraron supervivientes en las zonas que les habían sido asignadas y algunos se han retirado al no hallar personas con vida.Sin embargo, los turcos, franceses y rusos siguen apoyando a los equipos libaneses en la zona más afectada, donde "están en alerta y trabajan veinticuatro horas al día" para recuperar los restos de las víctimas.La deflagración se originó en un almacén del puerto de Beirut donde se encontraban casi tres mil toneladas de nitrato de amonio desde 2014 sin las debidas medidas de seguridad, según admitió el primer ministro libanés, Hasan Diab, aunque todavía se desconoce qué provocó su detonación.IM