Era cuestión de días para que la Justicia española dictara prisión para los políticos catalanes que intervinieron en la convocatoria del referendo del 1 de octubre pasado y la posterior declaración unilateral de independencia, por ello la detención de ocho de los miembros del gabinete del cesado presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, no es una sorpresa.Tampoco lo es la posibilidad de que se emita una orden de arresto internacional contra Puigdemont, quien —junto a cuatro de sus ex ministros— permanece en Bruselas y ha asegurado que no volverá al país hasta que no haya condiciones que aseguren su protección.En lugar de que se vea que la agitada crisis catalana comienza a apagarse, la percepción dentro y fuera de España es que el asunto empezará a calentarse aún más. Por lo pronto, los partidarios de la independencia se han lanzado a las calles para exigir la liberación de los 10 "presos políticos" políticos; es decir, de los ocho recién aprehendidos y los otros dos que fueron arrestados incluso antes de que se declarara de manera unilateral la independencia.Las posturas ya han comenzado a enfrentarse en España: por un lado están los que clamaban por la unidad y solicitaban a gritos prisión para Puigdemont, que celebran que los ex ministros estén tras las rejas y piden más. Otros, del lado de los sececionistas, ven más allá y consideran que ahora sí se complicará todo: “Esto va a empeorar hasta que no intervenga alguien de Europa, porque Madrid y Barcelona hace muchos años que no nos entendemos”, señaló Xavi Magrazo.Los independentistas de otras regiones (Escocia y Flandes, en Reino Unido y Bélgica, respectivamente) criticaron la medida, ya que los ministros fueron elegidos por el pueblo en elecciones libres.Sin embargo, los políticos españoles prefirieron callar. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy se limitó a reiterar que el Gobierno de España no comenta las decisiones judiciales; mientras que el portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dijo que “la política a la política, y los jueces a la justicia”.El ex presidente del Gobierno regional de Cataluña, Carles Puigdemont, que no fue a declarar ayer a la Audiencia Nacional, condenó desde Bélgica la prisión preventiva impuesta contra más de la mitad de su antiguo Ejecutivo a través de las redes sociales y con un video remitido a la televisión regional catalana. “Como presidente legítimo de Cataluña, exijo la liberación de los consejeros y del vicepresidente” Oriol Junqueras y “el fin de la represión política”, señaló Puigdemont en el video emitido por la televisión pública catañana TV3.El político destacó que los hombres y mujeres detenidos fueron elegidos por el puebo catalán y pidió una respuesta a la comunidad internacional y europea al considerar que la crisis institucional de Cataluña “ya no es un asunto interno español”. Ahora la Fiscalía belga se prepara para una eventual solicitud de arresto contra el ex presidente catalán. Por su parte, el abogado de Puigdemont en Bélgica, Paul Bekaert, especialista en extradiciones, dijo que la recepción de esa orden europea de detención y una eventual extradición posterior no será inmediata. Bekaert no ha aclarado todavía si también representará al resto de los ex ministros del Gobierno de la Generalitat de Cataluña que siguen en Bélgica. Critican postura de la BBCDos diputados de la comisión sobre España del Parlamento británico enviaron una carta a la cadena de televisión BBC para quejarse de un presunto sesgo favorable a los independentistas catalanes en su cobertura de la crisis en España, informó ayer el diario “The Times”. LEA TAMBIÉN: Puigdemont critica detención de miembros de su gobierno