El Senado chileno aprobó la tarde de este martes el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11, tras cuatro años de tramitación parlamentaria y múltiples resistencias desde organizaciones civiles.Con 27 votos a favor, 10 en contra y una abstención, el Congreso chileno visó el que está considerado el tercer acuerdo comercial más grande del mundo y genera gran polémica en Chile, sobre todo su mecanismo de resolución de conflictos.Fue por este mismo punto que el jefe de Estado chileno, Gabriel Boric, decidió tomar un rol más activo en las últimas semanas encabezando las negociaciones de los "side letters" con el resto de países involucrados respecto a los puntos del capítulo 9, referente al de conflictos entre Estados parte e inversionistas para que no sean aplicables.Pese a que este tratado no era parte del programa de gobierno propuesto por las fuerzas que actualmente ocupan el Ejecutivo, la canciller, Antonia Urrejola, valoró la aprobación del documento y analizó los pasos a seguir."(Cancillería) ha identificado un tema que es de especial sensibilidad y que sí es abordado en el programa de gobierno. A la luz de este escenario hemos intentado encausar la aprobación del TPP11 a través del intercambio de side letter con los otros países signatarios que busca excluir los efectos de la sección b, del capítulo 9 del tratado relativo al mecanismo de relación de controversias", afirmó la jefa de Relaciones Exteriores.Por otra parte, aseveró que los "side letters" deberán pasar por el Legislativo para ser aprobados y que el presidente Boric "ha decidido, dentro de sus facultades exclusivas, esperar el avance de las side letters antes de ratificar el acuerdo".JM