Las autoridades de Estados Unidos redujeron este lunes el tiempo de cuarentena recomendado para las personas que tengan COVID-19, en medio de una explosión de contagios por el avance de la variante ómicron.El aislamiento se reduce de 10 a 5 días para los casos asintomáticos y de 14 a 5 para los contactos no vacunados de personas infectadas, informaron los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC).En un comunicado, la principal agencia sanitaria del país también recomendó que se pongan cubrebocas durante 5 días después de la cuarentena, mientras que los contactos que estén vacunados no necesitan autoaislarse.La mayoría de las infecciones se producen en los dos días anteriores o tres posteriores al comienzo de los síntomas, explicó.La variante ómicron, mucho más contagiosa pero que parece causar síntomas menos graves, es mayoritaria en Estados Unidos.Según el New York Times, el país registró 214 mil 499 nuevos casos el domingo, lo que equivale a un aumento de 83% en 14 días, y se acerca al récord diario de 251 mil 232 casos positivos alcanzado en enero de 2021.El número medio diario de muertes también se incrementó ligeramente en 14 días (en 3%) con mil 328 muertos en el país más enlutado del mundo (más de 800 mil fallecidos).El fuerte aumento de casos positivos obligó a las aerolíneas en los últimos días a cancelar miles de vuelos en todo el mundo en plena temporada navideña."Ómicron es una fuente de preocupación, pero no debería ser una fuente de pánico", afirmó el lunes Biden.La campaña masiva de vacunación y de detección atenuará la propagación de la variante identificada en Sudáfrica en noviembre, estimó."Como ha habido tantas vacunaciones y refuerzos, no estamos viendo las hospitalizaciones aumentar tanto" como antes, dijo Biden, cuando el 72% de la población estadounidense ha recibido al menos una dosis.Reconoció, no obstante, que algunos hospitales estaban "desbordados, en cuanto a equipamiento y personal" debido a un alza de las hospitalizaciones, muchas de ellas de personas no vacunadas.También dijo que la cantidad de pruebas es insuficiente ante el número de estadounidenses que quieren hacerse uno para pasar las fiestas en familia."Queda trabajo por hacer", confesó, aunque precisó que aumentan los lugares para hacerse pruebas y el gobierno federal está distribuyendo 500 millones de tests para realizarlas en casa.IM