Ante la llegada de ómicron, distintos países del mundo han establecido sus propias reglas para determinar si vuelven o no a la presencialidad en las aulas, cada uno con medidas sanitarias específicas que, a su parecer, favorecerán a evitar la propagación del virus entre sus comunidades escolares.Por ejemplo, Ecuador decidió retrasar el regreso a las aulas debido a la llegada de la nueva variante. El presidente de este país, Guillermo Lasso, anunció el 29 de noviembre que entre las medidas sanitarias para evitar la propagación de la nueva cepa los más de tres millones de edad en edad escolar permanecerán en la virtualidad "hasta febrero o mayo", dependiendo del comportamiento del virus.En Chile el regreso a las aulas será inminente a partir del próximo 02 de marzo luego de que se registrara un avance significativo en la vacunación de menores de 18 años, según anunció el Ministro de Educación, Raúl Figueroa. Los planteles que no respondan a la medida podrán ser acreedores a una multa económica.En Brasil, las clases presenciales comenzarán a finales de enero y de acuerdo con el ministro de Educación de ese país, será necesario que los alumnos cuenten con un pase sanitario anticovid que incluye el certificado de vacunación contra el virus, aunque esta medida sólo tendrá vigencia en universidades e institutos gestionados por el gobierno brasileño.En el caso de Colombia, las y los estudiantes volverán a las aulas entre el 17 y el 31 de enero, pero también ya se ha avanzado en la vacunación de las y los menores de edad, según confirmó en días pasados la ministra de Educación, María Victoria Ángulo.En el caso de Estados Unidos se han dividido las opiniones, pues mientras algunas escuelas han decidido aplazar el regreso a clases por el crecimiento exponencial de casos de ómicron, los distritos escolares de ciudades como Milwaukee, Nueva York, Detroit entre otras, enfrentan el debate entre profesores, temerosos del contagio y de padres de familia que quieren que sus hijos asistan a clases.En New York, por ejemplo, se reabrieron las aulas para cerca de un millón de estudiantes con una reserva de pruebas COVID para llevar a casa, así como aplicación de test aleatorios en los planteles.En Europa, distintos países han optado por regresar a las aulas a partir del próximo 10 de enero, como en el caso de España e Italia, donde las y los estudiantes volverán con el uso del cubrebocas obligatorio (incluso en el recreo), la mayor ventilación posible, y la desinfección diaria de áreas comunes.En España, las autoridades han expresado el compromiso de vacunar a poco más de 2.3 millones de niñas y niños de entre 5 y 11 años contra el virus; hasta el momento se tiene una cobertura del 38% con al menos una dosis aplicada. Al detectar que un menor tuvo contacto con algún positivo, este debe ser aislado del aula por 10 días en caso de no estar vacunado.En Italia, el presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi, determinó que el Ejército se encargará de la vigilancia epidemiológica en las escuelas y de realizar pruebas masivas. Los militares ayudarán en las tareas de rastreo de contagios de alumnos, profesores o cualquier otro trabajador de los centros educativos.Aunque estas escuelas volverán a la presencialidad, así como lo ha insistido el Gobierno de México (pese a que en la mayoría de los estados se comenzará con clases virtuales), la diferencia con nuestro país radica en que las naciones mencionadas ya han comenzado las jornadas de vacunación para los menores de edad desde sus primeros años, mientras que en nuestro país apenas se ha comenzado con el sector de 15 a 17 años.JM
