La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el abandono de las pruebas COVID en muchos países dificulta un seguimiento adecuado de la pandemia, que "está lejos de su fin" justo ahora que cumple dos años."El virus sigue expandiéndose a niveles aún demasiado rápidos, y aunque ha habido una tendencia descendente, seguimos por encima de los 10 millones de casos semanales", alertó Maria Van Kerkhove en rueda de prensa, la responsable de la unidad técnica anticovid de la OMS. Aunque se está lejos de los más de 20 millones de casos semanales que hubo en el pico de la ola ómicron, a finales de enero, tampoco se logró regresar a los números anteriores a los que había antes de la llegada de la variante, cuando se rondaban los 4 millones de positivos por semana en el planeta.Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, avisó de que muchos países en Asia-Pacífico están sufriendo fuertes aumentos de contagios y muertes, mientras en otras latitudes numerosos países disminuyeron drásticamente los tests, "lo que reduce nuestra habilidad para ver dónde está el virus y cómo se propaga".Llamó la atención el caso de Estados Unidos, que durante casi toda la pandemia ha sido el país con más contagios diarios, pero actualmente es superado en las cifras oficiales por otros como Corea del Sur, Alemania, Vietnam, Rusia o Japón, posiblemente por la reducción de pruebas.Según los expertos de la OMS, en el contexto de la actual guerra de Ucrania, donde "conflictos y enfermedades contagiosas suelen estar entrelazados", posiblemente la guerra produzca un aumento de los casos de COVID-19 en el país europeo, que ya tenía bajas tasas de vacunación de en torno al 35 porciento.Van Kerkhove también indicó que la OMS tomó nota de la aparición de casos de COVID-19 que parecen combinar las variantes delta y ómicron, algo que se detectó en países como Francia, Países Bajos o Dinamarca, y subrayó que los expertos están examinando la posible consecuencia de esta combinación.La semana pasada los casos globales de COVID-19 descendieron un 5 % con respecto a los siete días anteriores, según el informe epidemiológico publicado hoy por la OMS, mientras que los fallecimientos (52 mil) descendieron un 8 porciento.Es la quinta semana consecutiva de descenso en contagios y la tercera en fallecimientos, pero en ambos casos la curva descendente parece frenarse sin haber regresado aún a las cifras anteriores a la ola derivada de la variante ómicron.En Asia Oriental los casos ascendieron un 46 % la semana pasada, mientras que el resto de regiones registraron descensos (18 % en Europa, 24 % en América, 31 % en el sur de Asia y 46 % en Oriente Medio).De manera similar, las muertes subieron un 29 % en Asia Oriental en los siete días estudiados (5,900 decesos) pero bajaron un 15 % en Europa (19 mil), un 9 % en América (20 mil) y un 3 % en Asia meridional (3,900).Se cumplirán dos años desde que la OMS declaró que la COVID-19 se convirtió en una pandemia este viernes 11 de marzo, al haberse declarado brotes de transmisión local en todas las regiones del planeta.Alrededor de seis millones de personas fallecieron por la enfermedad, y se han registrado al menos 446 millones de contagios, el equivalente a una de cada 20 personas en el planeta (aunque numerosos pacientes se han contagiado más de una vez, y muchos casos de COVID-19 no fueron notificados).El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló hoy, con ocasión del segundo aniversario de la declaración de pandemia, que "sería un gran error considerar que esta ha tocado a su fin"."La distribución de las vacunas sigue siendo escandalosamente desigual, con 3,000 millones de personas aún aguardando a recibir su primera inoculación, pese a que los fabricantes son capaces de producir 1,500 millones de dosis cada mes", lamentó en un comunicado. IG