La decepción por las pocas perspectivas de lograr un acuerdo climático ambicioso se extiende entre los gobiernos locales y regionales de la Unión Europea (UE), en el arranque de la última semana de negociaciones de la COP27, la cumbre sobre el clima de Naciones Unidas.El Comité de las Regiones (CdR), que agrupa a las autoridades subestatales de los Veintisiete, espera que los Estados miembros "despierten y reconozcan la realidad" en la recta final de la COP, según declaró este lunes a EFE el máximo encargado de asuntos climáticos del ente, el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski."Nuestras ambiciones deben mantenerse igual, especialmente dada la guerra en Ucrania y la crisis energética. Tenemos que acelerar la transición verde y no frenarla, y parece que muchos Estados miembros han rebajado sus ambiciones y estoy muy preocupado por lo que va a pasar esta semana", comentó Trzaskowski.En este sentido, el presidente de la comisión de Clima y Medio Ambiente del CdR, que acaba de llegar a la cumbre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, advirtió de que si los países no actúan ahora, más adelante "ya no habrá mundo al que salvar".Esta COP27 se centra en gran medida en el debate sobre los 'daños y pérdidas', los fondos que los países menos desarrollados reclaman a los más ricos para compensar los efectos de un cambio climático del que apenas han sido responsables.Pese a las reticencias de Estados Unidos y la UE a tratar este punto en cumbres anteriores, este año finalmente sí que ha entrado en el orden del día de la COP y, en nombre de las ciudades y regiones, Trzaskowski anima a los Veintisiete a "tomar un poco más de responsabilidades" e ir "más allá del punto vista europeo"."Tenemos colegas en diferentes continentes a los que debemos escuchar si queremos que sean ambiciosos. Es lo que pedimos a las instituciones europeas: no que necesariamente acepten todo lo que esté encima de la mesa, pero sí que sean más abiertos de mente, porque necesitamos aliados en cada lugar del mundo", apuntó.Con todo, el dirigente del Comité de las Regiones defendió que, en el debate de los 'daños y pérdidas', la postura de su ente no se aparta de la línea marcada por la Comisión Europea y, en cambio, señaló la responsabilidad climática de los países."Esto va de las instituciones europeas por un lado, y las ciudades y regiones por el otro, empujando para que los Estados miembros sean más ambiciosos, porque aquí es donde está el problema de verdad", sentenció.Trzaskowski remarcó la voluntad de las regiones y ciudades de la UE de "formalizar" su rol en la diplomacia climática mundial y, para lograr este reconocimiento, destacó la necesidad de mantener un buen diálogo con alcaldes y presidentes regionales del resto del mundo, como Latinoamérica, India y África."Hay mucho trabajo haciéndose fuera de Europa. Por eso debemos hablar y sumar sinergias para hacer evaluaciones comparativas pero, sobre todo, para hacer presión a fin de lograr unos resultados más ambiciosos en la COP27", manifestó.Otro de sus objetivos pasa por involucrar a los entes locales en las Contribuciones Determinadas, que son los planes donde cada Estado explica cómo pretende reducir las emisiones contaminantes y cumplir, así, con el objetivo del Acuerdo de París de limitar a 1,5 grados el calentamiento global."Nosotros (los alcaldes y cargos locales) estamos en nuestras comunidades trabajando, los ministros y los presidentes están a un nivel muy alto hablando sobre el clima", justificó en declaraciones a EFE la exalcaldesa de Dublín, Alison Gilliland, y miembro del Comité de las Regiones.Y añadió: "Nosotros entendemos nuestras comunidades. Entendemos a la gente joven, a las mujeres y a las chicas, a las personas más vulnerables... Sabemos lo que ellos necesitan y cómo debemos adaptar esos planes nacionales para realizar acciones con ellos".Gilliland puso en valor la oportunidad que ofrecen este tipo de cumbres climáticas para tejer alianzas entre concejales y alcaldes con la esperanza, dijo, de que algún día el mundo local y regional se sitúe al frente de la diplomacia climática internacional."Al final, yo creo que dentro de cinco años seremos nosotros los que estaremos aquí mandando en la COP. Espero que así sea, porque sino el planeta estará en mucho peligro", sentenció -vll