¨Atentos para atender a los jóvenes de México, lo que pidan. Lo mejor para ellos”, fueron las órdenes de aquella noche del viernes 31 de octubre de 2020, hechas por los hermanos colombianos Álvaro Uriel, el “Machete”, y Robin Alirio, el “Gordo”; habían recibido a narcos mexicanos en la reinaguración de Disco Salsa Club, lujoso centro nocturno de su propiedad en el balneario San Juan de la Costa.Las órdenes fueron captadas en charlas telefónicas intervenidas por agentes antidrogas de Colombia. Salsa Club era una base crucial de los cárteles mexicanos instalados en Colombia: el sureño departamento (estado) de Nariño, fronterizo con Ecuador. La discoteca fue una fachada más de los hermanos Castro Gómez, ya que en San Juan de la Costa establecieron un astillero en el que se fabricaban semisumergibles con los que enviaban, por el Océano Pacífico, gran cantidad de cocaína para el Cártel Nueva Generación (CNG), uno de los cárteles más importantes de México.Después de tres años de indagatorias, Machete y Gordo fueron detenidos en diciembre de 2020 para extradición a Estados Unidos (EU), en un operativo colombiano con el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI). A solicitud de la Corte del estado de Florida, EU pidió las capturas por narcotráfico y concierto para delinquir. La noche del último día de octubre de 2020 fue relevante para los Castro Gómez: los hermanos recibieron como invitados a emisarios mexicanos del CNG y aprovecharon la cita en la discoteca para coordinar el contrabando marítimo de cocaína, vía Centroamérica, a México y a EU.Disco Salsa Blub fue intensamente promocionada en redes sociales. Los Castro contrataron a cantantes colombianos de salsa que viajaron desde Cali, capital del suroccidental departamento de Valle del Cauca y pieza clave del narcotráfico en Colombia. Los agentes colombianos y estadounidenses aprovecharon el festejo para infiltrarse en los operativos de los narcotraficantes, donde se enteraron de la alianza criminal mexicano-colombiano para traficar cocaína en semisumergibles a través de un corredor marítimo del Océano Pacífico, que sale del litoral de San Juan de la Costa en ruta a reabastecerse en Centroamérica con la intención de llegar a México y EU.El corredor cubre las costas en el Pacífico de Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica y México, y en el siglo XXI se convirtió en instrumento vital del narcotráfico del sur al norte de América. Robin Alirio, el “Gordo”, ya había sido detenido en 2007 por el FBI y el Servicio de Guardacostas de EU, a bordo de una lancha rápida en la que movilizó mil 675 kilos de cocaína en el Pacífico. Tras cumplir una condena de 10 años de prisión en Estados Unidos, fue repatriado a Colombia, donde continuó con su narcoactividad.Cuando Gordo regresó a su país, Machete estaba afianzado como jefe de una organización con un “emporio criminal”, según la Policía Nacional de Colombia. Álvaro Uriel construía semisumergibles con los que enviaba alcaloides a México, como escala de tráfico a EU, principal consumidor mundial de estupefacientes.Cali fue el refugio de Machete, donde dirigía el contrabando de drogas (siete toneladas al mes) al CNG. Gordo se estableció en San Juan de la Costa. Según información policial, los hermanos riñeron tras la inauguración de la discoteca: Gordo comprobó que su hermano le ocultaba información acerca de negocios de narcotráfico con otros compradores. El cartel de Sinaloa estuvo entre los clientes de los Castro.Ambos hermanos se metieron en problemas con sus socios mexicanos cuando, el 1 de diciembre de 2020, una semana antes de su detención, se les hundió una lancha con aproximadamente dos toneladas de cocaína.El CNG tuvo otra importante pérdida en agosto de 2022, cuando la policía colombiana le decomisó mil 55 kilos de cocaína en el mar, con un valor de 18.6 millones de dólares. La red trató de traficar la droga en un semisumergible por el Pacífico de Tumaco, un puerto de Nariño, a México. La Dirección Antinarcóticos de la Policía informó que el submarino de manufactura artesanal tenía un costo aproximado de un millón 200 mil dólares, con capacidad de carga de hasta tres toneladas y un sistema de navegación satelital que le habría permitido llegar a Costa Careyes, en el occidental estado mexicano de Jalisco, en la primera semana de septiembre de 2020. La presencia de los narcotraficantes mexicanos en la Disco Salsa Club reconfirmó que el CNG forjó vínculos con grupos criminales en Colombia en la década del 2010.La Dirección reveló en agosto de 2018 a EL UNIVERSAL que el fugitivo narcotraficante mexicano Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del CNG, estableció lazos con la guerrilla del comunista Ejército de Liberación Nacional (ELN) para comprarle cocaína y traficarla de Colombia a Centroamérica, México y EU.Oseguera, de 55 años, negoció con ELN el traslado de alucinógenos en veleros, pesqueros y lanchas rápidas desde tres departamentos de Colombia en el Pacífico: Chocó, Nariño y Valle del Cuca.Autoridades colombianas informaron a El Universal del despliegue incesante de narcotraficantes mexicanos en Colombia, Ecuador, Perú y Centroamérica para dominar la producción, transporte, distribución y comercialización de cocaína.SE