El candidato ultraderechista Jair Bolsonaro sumó 46.70% de los votos en las elecciones presidenciales celebradas en Brasil, según datos oficiales que confirman que disputará una segunda vuelta frente a Fernando Haddad, candidato que suplió al ex presidente Lula Da Silva, quien acumuló 28.37 por ciento y que quedó en segundo lugar.Según las normas electorales brasileñas, la segunda vuelta es necesaria cuando ningún candidato supera 50% de los votos, una meta de la que Bolsonaro se quedó a un paso con un apoyo que ha superado en casi 10 puntos lo que le atribuían las encuestas.En tercer lugar, muy lejos de Haddad, se situó Ciro Gomes con 12.52 % de los votos válidos.Bolsonaro pidió a sus seguidores que “continúen movilizados”, pues la “victoria final” será el próximo 28 de octubre.“No deja de ser una gran victoria”, dijo desde su domicilio, donde se recupera de las heridas que sufrió el pasado 6 de septiembre, cuando fue acuchillado durante un mitin.“No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días”, por lo que “es un gran triunfo”, agregó el candidato en alusión a los casi 50 millones de votos que le respaldaron, frente a los cerca de 30 millones que logró Haddad.El candidato de la ultraderecha reiteró que en este proceso electoral los brasileños deberán elegir entre “dos caminos: el de la prosperidad, la libertad, la familia, o el de Venezuela”, en alusión a los nexos de Lula con el Gobierno de Nicolás Maduro.Por su parte, Haddad alertó sobre los “riesgos que corre la democracia” en Brasil, y subrayó que su única “arma” en la segunda vuelta serán sus “argumentos”.“Queremos unir a los demócratas de Brasil. Queremos un proyecto amplio para Brasil, profundamente democrático, que busque de forma incansable la justicia social”.La ex presidenta brasileña, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió la elección para un escaño en el Senado por el Estado de Minas Gerais al quedar en cuarta posición con 15.04% de los votos, según los datos oficiales.De acuerdo con los resultados, Rousseff estuvo lejos de las primeras posiciones que daban derecho a dos asientos en el Senado.Rousseff se presentó a los comicios para la Cámara alta en un intento por volver a la vida política tras haber sido destituida como presidenta por ese mismo Senado a mediados de 2016 por irregularidades en las cuentas públicas.