El presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó el uso del Ejército en el Estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, para garantizar la seguridad ante la llegada de miles de inmigrantes venezolanos. Las Fuerzas Armadas brasileñas ya estaban presentes en Roraima al participar en la “Operación Acogida”, de carácter humanitario y que atiende a los venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social que vive su país y deciden rehacer sus vidas en Brasil.“Vamos a buscar el apoyo de la comunidad internacional para adoptar las medidas diplomáticas que resuelvan ese problema, que ya no es de política interna de un país, pero que avanzó por la frontera de varios países y amenaza la armonía de todo nuestro continente”, señaló Temer.El mandatario firmó un decreto a través del cual garantiza las condiciones para que el Ejército actúe también en operaciones relacionadas con la seguridad en Roraima, uno de los estados más pobres de Brasil y que se ha visto desbordado por el éxodo de venezolanos, según las autoridades regionales.El decreto estará vigente hasta el próximo 12 de septiembre, según el documento firmado por Temer. “Autorizo el empleo de las Fuerzas Armadas para ofrecer seguridad a los ciudadanos brasileños y a los inmigrantes venezolanos que huyen de ese país en busca de refugio en Brasil”, dijo el mandatario.El presidente señaló que tomó esa decisión para complementar las acciones sociales que promueve el Gobierno ante el “flujo cada más intenso” de inmigrantes de la nación gobernada por Nicolás Maduro.“No es solo Brasil que sufre las consecuencias, sino también Perú, Ecuador, Colombia, varios países de América Latina”, agregó...También indicó que con esas medidas intentan “minimizar los impactos del desastre humanitario, resultado de las pésimas condiciones de vida al que está sometido el pueblo venezolano. Es preciso encontrar urgentemente un camino para mudar esa situación. Vamos a analizar todos los esfuerzos en todos los foros internacionales para alterar ese cuadro dramático. Vamos a buscar apoyo en la comunidad internacional para apoyar medidas diplomáticas firmes que solucionen este problema”, expresó.Las autoridades brasileñas estiman que entre 600 y 700 venezolanos entran diariamente al gigante sudamericano, aunque solo 30% permanece.Hace 11 días se registraron incidentes violentos en Pacaraima, donde vecinos de esa localidad fronteriza atacaron campamentos de venezolanos y quemaron objetos personales.Esas protestas provocaron que al menos mil 200 venezolanos decidieran regresar a su país y que el Gobierno brasileño reforzara las medidas humanitarias.EFELa Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban) informó una restricción en el uso de las cuentas bancarias venezolanas para los ciudadanos que salgan del país por cualquier motivo.La dependencia pide a los bancos informar a sus clientes que, de tener previsto viajar fuera del país, deberán notificarles “el lugar o lugares de destino y el periodo correspondiente” que durará el viaje. “En el caso de ampliar dicho plazo y/o modificar el lugar igualmente debe notificarlo”, según un documento de la Sudeban.Con esta nueva medida, si un venezolano intenta acceder desde otro país a sus cuentas bancarias vía internet y sin haber notificado previamente a su banco, éste “deberá efectuar de manera preventiva un condicionamiento especial que imposibilite los accesos para realizar transferencias en línea. Dicho condicionamiento deberá ser realizado desde el momento que el usuario intente acceder al sistema y durará hasta tanto el cliente le suministre a la institución bancaria los datos antes requeridos”, explicó la Sudeban.Estos ajustes, según el jefe de la Sudeban, Antonio Morales, se enmarcan en el programa de “recuperación y prosperidad económica” con que el presidente, Nicolás Maduro, busca sacar al país petrolero de la crisis que atraviesa.Una semana después del arranque del plan económico del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hay más dudas que certezas que pueda sacar al país del colapso: en las calles se palpa el hartazgo que alienta la mayor diáspora de América Latina en los últimos años.Entre anaqueles vacíos de supermercados y farmacias, en filas de bancos o terminales de autobuses, muchos expresan desilusión e incredulidad. Algunos comerciantes esperan que pase la ola de fiscalizaciones o cerraron a la espera de que se aclaren las medidas y cómo asumirán el aumento de 3.400% del salario mínimo ordenado por Maduro.La moneda fue devaluada 96% y quedó anclada a una criptomoneda que el Gobierno creó, respaldada en el precio del petróleo, para buscar financiamiento ante sanciones de Estados Unidos.EFE