Brasil emitió normas el viernes que agilizan la deportación de extranjeros peligrosos o que han violado la Constitución.Las reglas publicadas por el ministro de Justicia Sérgio Moro definen a una persona peligrosa como cualquiera vinculada al terrorismo, al crimen organizado o a grupos armados, así como a aficionados al fútbol con antecedentes de violencia.Ahora las autoridades brasileñas podrán utilizar varias herramientas para determinar que un extranjero es peligroso, incluyendo información de agencias de inteligencia.Los grupos de defensa de los derechos humanos dicen que la medida es inconstitucional porque la definición dada es vaga.Las normas más recientes incluyen cláusulas en las que se afirma que ningún extranjero será deportado ni se le negará la entrada al país con base en su raza, religión, nacionalidad, grupo social u opiniones políticas.OB