Miércoles, 26 de Marzo 2025

Bolsonaro, expresidente de Brasil, inculpado por un proyecto de golpe de Estado

El expresidente brasileño de extrema derecha, Jair Bolsonaro, fue acusado de golpe de Estado por la fiscalía en un caso que supuestamente implica el asesinato de su rival, Lula, en 2022 

Por: Timéo Salomón

El expresidente Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de Estado en el que habría 'asesinado' a Lula. JA. Mendoza/AFP/A. Evaristo/SUN/G. Espinosa/CANVA.

El expresidente Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de Estado en el que habría 'asesinado' a Lula. JA. Mendoza/AFP/A. Evaristo/SUN/G. Espinosa/CANVA.

El expresidente del Estado de Brasil, Jair Bolsonaro, fue inculpado este martes 18 de febrero, por un proyecto de golpe de Estado que habría necesitado el asesinato del candidato en 2022, ahora presidente, Lula. Ahora, es la Corte Suprema la que decide la apertura de un juicio contra el hombre político de extrema derecha, lo que podría conducir a una pesada sentencia.

Este golpe de Estado, tenía que impedir la llegada al poder de su opositor, Luiz Inácio Lula da Silva, del 'Partido dos Trabalhadores', después de las elecciones presidenciales de 2022. El comunicado por parte de la fiscalía brasileña dio detalles sobre la inculpación del antiguo líder de extrema derecha, entre 2019 y 2022. Además de él, 33 otras personas son sospechosas “acusadas de haber incitado y ejecutado actos contrarios a los tres poderes y al Estado de derecho democrático”.

La Corte Suprema de Brasil tiene ahora que decidir sobre la apertura o no de un juicio al encuentro de Bolsonaro. El documento que justifica esta inculpación detalla que el expresidente participó en una “tentativa de abolición violenta del Estado de derecho democrático” y fue actor activo en una “organización criminal armada”. En el caso de apertura de un juicio, Jair Bolsonaro podría recibir una sanción de 12 a 40 años de prisión.

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Según la fiscalía de Brasil, las investigaciones revelaron que el proyecto de golpe de Estado “preveía hasta la muerte del presidente y el vicepresidente electos, así como la de un magistrado del Tribunal Supremo. Este plan contaba con el consentimiento” del expresidente Bolsonaro. El plan, llamado “Operación Daga verde y amarilla” —para representar a los colores de la bandera brasileña— tenía que ser actuado por miembros de las fuerzas especiales del ejercicio de Brasil, después de la victoria de Lula en octubre 2022 y antes de su acceso oficial al poder ejecutivo el 1 de enero de 2023. Lula, que ve su popularidad bajar, según una encuesta publicada la semana pasada por el instituto Datafolha.

La conspiración a un golpe de Estado tenía, según la fiscalía, “como líderes el presidente y su candidato a la vicepresidencia que, junto con otras personas, tanto civiles como militares, intentaron impedir, de forma coordinada, que se aplicará el resultado de las elecciones presidenciales de 2022”. Los dos hombres principales eran, en consecuencia, según el informe, el expresidente al poder entre 2019 y 2022, Jair Bolsonaro, y su aliado y potencial vicepresidente si hubiera ganado las elecciones de 2022, Walter Braga Netto.

Este proyecto no fue finalizado por varias razones de circunstancia que iban contra la voluntad del expresidente. Por ejemplo, la falta de sostenimiento por parte de los principales líderes del ejercicio brasileño. El informe, que tiene más de ochocientas páginas, presenta las pruebas que la fiscalía reunió durante dos años. El informe de la policía federal, detalla que Jair Bolsonaro "planificó [...] y participó directamente" en este supuesto golpe de Estado. Sin embargo, según un mensaje posteado en la red social X por el hijo de Bolsonaro, el senador Flavio Bolsonaro, “el intento de golpe en edificios públicos vacíos se convirtió en una acusación vacía, sin pruebas contra Bolsonaro”.

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Además de esta tentativa, el documento judicial también habla de una posible implicación del expresidente en la redacción de un decreto que habría justificado la declaración del estado de sitio para anular las elecciones que le ganó Lula a finales de octubre de 2022. Este documento justificaba, de otros modos, la detención del presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), el juez Alexandre de Morales, opositor informal de Jair Bolsonaro, y la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.

La “última tentativa” de golpe de Estado fue intentada el 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas trataron de hacer caer el poder destruyendo los lugares de poder de la capital, Brasilia. Esta tentativa, iniciada una semana después de la llegada de Lula al poder, fue “alentada” por el expresidente y los otros miembros inculpados.

Según la justicia, Bolsonaro no tiene derecho de irse del país desde el inicio de febrero. Además, el sistema judicial brasileño ya lo condenó a una sentencia de inelegibilidad hasta 2030 por publicar desinformaciones sobre el sistema de urnas electrónicas usadas durante las últimas elecciones de 2022. Esperando presentarse en 2026 en frente del presidente actual Lula, Jair Bolsonaro tiene como objetivo hacer anular esta condenación.

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Algunas horas antes de que sea publicada oficialmente la inculpación de Bolsonaro, el expresidente declaró a los periodistas “no me preocupan en absoluto estas acusaciones”. El ex hombre de Estado estaba comiendo con varios dirigentes de las oposiciones brasileñas justo antes de recibir el documento emitido por la fiscalía. Justo después de haber recibido esta información, la defensa del expresidente se dijo “estupefacta” e “indignada”. A esta declaración, Jair Bolsonaro, agregó este miércoles, que las acusaciones en contra de su persona, eran “acusaciones vagas” formuladas por “un régimen autoritario”.

TS

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