El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, "evoluciona" favorablemente tras ser sometido a un tratamiento para desobstruir el intestino y, en caso de continuar así, no necesitará ser sometido a una cirugía, según informó este jueves su hijo y también senador Flavio Bolsonaro.De acuerdo con el legislador, el líder de la ultraderecha brasileña, de 66 años, despertó con disposición tras pasar su primera noche en un hospital privado de Sao Paulo, adonde fue trasladado la víspera desde Brasilia tras ser identificada una obstrucción intestinal.Bolsonaro fue sometido a un tratamiento clínico "conservador", sin ser intervenido quirúrgicamente, y seguirá en observación, sin previsión de alta, según comunicó la noche del miércoles en su primer boletín médico sobre el paciente el Hospital Vila Nova Star, en Sao Paulo.Otro de los hijos del mandatario, el diputado Eduardo Bolsonaro, explicó hoy que el objetivo ahora es saber si el intestino consigue volver a trabajar normalmente con el tratamiento o si será necesaria la cirugía."Tiene una adherencia en el intestino que hace que los alimentos no consigan pasar por ahí. Eso acabó entupiendo y se formó una acumulación de líquidos y acabó yendo para el estómago", detalló.Según el diputado, los médicos retiraron el líquido el miércoles en el hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia, adonde acudió en un primer momento tras sufrir una crisis de hipo y dolores abdominales.En la clínica militar fue constatada la obstrucción intestinal y la posibilidad de una cirugía de emergencia por parte del médico gastroenterólogo Antonio Luiz Macedo, quien viajó de urgencia a la capital y decidió trasladar al mandatario, de 66 años, para un hospital especializado en Sao Paulo.El propio Bolsonaro, en un mensaje en su perfil de Twitter, afirmó que la complicación sería consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral que lo llevó al poder, cuando fue acuchillado en el abdomen.En los tres últimos años, Bolsonaro ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018 en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais. OA