El Gobierno alemán quiere pisar el acelerador y aprobar en los próximos meses una notable reducción de las emisiones contaminantes para cumplir con el mandato del Tribunal Constitucional antes del final de la legislatura.La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió con los grupos parlamentarios conservador y socialdemócrata, los dos que sustentan al Ejecutivo, para instarles a conseguir un acuerdo ambicioso y lograr que la reforma salga adelante.Merkel ya había comunicado a la dirección de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que tenía interés en avanzar rápido en este tema y que quería una implicación “sin peros” de la cúpula de la formación.Tras esta reunión, el presidente de la CDU y candidato conservador a la Cancillería, Armin Laschet, aseguró que desea un “consenso climático” y mostró su disposición a negociar con otros partidos para sacar adelante de manera conjunta esta reforma.El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó que el objetivo del Ejecutivo es “hacer una propuesta en esta legislatura para aplicar los puntos fundamentales de la sentencia” del Tribunal Constitucional sobre la reforma de la ley de Protección del Clima y agregó que “todo debería pasar rápidamente en esta legislatura”.El copresidente del partido de los Verdes, Robert Habeck, consideró positivo que la reforma se tramite en esta legislatura y se mostró dispuesto a hablar con el gabinete para un plan “más ambicioso”, aunque dejó claros cuáles deben ser a su juicio los pilares de la reforma.Exigió un recorte de las emisiones para 2030 de 70% con respecto a 1990 (el plan gubernamental que impugnó el Constitucional preveía 55%), apostar de forma decidida por las renovables, acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles y adelantar a 2030 el fin de los vehículos diésel y gasolina y de las centrales térmicas (actualmente 2038).JL