Sin sorpresas, ni acciones aventureras o innovadoras, Bélgica dio el banderazo de salida a la primera fase de un escalonado levantamiento del estado de alarma sanitaria, en vigor desde el 14 de marzo.Las autoridades de aquel país y su capital, Bruselas, sede de la Unión Europea, se mantienen dentro del guion redactado hasta ahora por países como Austria y Dinamarca, que marcan el paso desde el 14 de abril, seguidos por Alemania, que emprendió el desconfinamiento seis días después, y Holanda, que abrirá bajo reglas específicas museos, cines, teatros y restaurantes el 1 de junio.Las guarderías, que en las últimas siete semanas fueron solidarias cuidando de los hijos de enfermeras, doctores y policías, volvieron a recibir a los niños.Los jardineros, plomeros, electricistas y trabajadores de la construcción también retornaron a sus funciones; al igual que los comercios de productos industriales y las ferreterías, que en su día de apertura lucían a sus puertas una fila de clientes guardando la “sana distancia”.La reapertura va acompañada de la alteración del paisaje urbano, el uso de tapabocas es obligatorio en el transporte público.