El Gobierno del presidente Donald Trump anunció que está suspendiendo la ayuda directa de Estados Unidos (EU) a tres países centroamericanos, luego de que el mandatario amenazó con cerrar su Frontera Sur en cuestión de días, a menos que México frene de inmediato la inmigración ilegal.Aunque Trump ya ha amenazado con cerrar la frontera y se ha abstenido de hacerlo, su Gobierno tomó acción directa contra El Salvador, Guatemala y Honduras. El Departamento de Estado precisó en un comunicado que suspenderá los pagos de 2017 y 2018 a esas tres naciones centroamericanas, que son el origen de la mayoría de los migrantes que han marchado en caravanas a través de México hasta la frontera con Estados Unidos.El Gobierno de Trump no dio una explicación inmediata de la medida, pero el mandatario ha vuelto la desaceleración de la inmigración de esos países a través de México un tema fundamental de su Presidencia.Un grupo de representantes demócratas que visitó El Salvador denunció la decisión del Gobierno de recortar la ayuda a la región.“Mientras visitamos El Salvador para evaluar la importancia de la ayuda de Estados Unidos a Centroamérica para abordar las causas fundamentales de la migración familiar e infantil, nos sentimos muy decepcionados al enterarnos de que el presidente Trump tiene intenciones de cortar la ayuda a la región”, dijo la declaración de cinco representantes, entre ellos Eliot L. Engel, quien preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de la Unión Americana.El anuncio se produjo un día después de que Trump amenazó con cerrar toda la frontera de Estados Unidos con México la semana próxima, a menos que el Gobierno mexicano frene de inmediato toda la inmigración ilegal.Durante más de dos años, Trump ha prometido construir un muro largo e impenetrable a lo largo de la frontera a fin de detener la inmigración ilegal, pero el Congreso se ha mostrado reacio a otorgar el dinero necesario.Un cierre sustancial podría tener un impacto especialmente fuerte en las comunidades transfronterizas desde San Diego hasta el Sur de Texas, así como en supermercados que venden productos mexicanos, fábricas que dependen de partes importadas y otros negocios.Las autoridades fronterizas de Estados Unidos tienen como objetivo cuadruplicar el número de solicitantes de asilo que devuelven cada día a México, una ampliación importante de un esfuerzo del Gobierno para abordar el creciente número de centroamericanos que llegan al país.Este sería el intento más reciente de aliviar un sistema de inmigración que se encuentra abrumado. Cientos de agentes que suelen inspeccionar la carga y los vehículos en los puertos de entrada fueron reasignados para ayudar a manejar a los migrantes.Por ahora, unas 60 personas en busca de asilo son devueltas cada día a México a través de los puertos internacionales de San Ysidro, Caléxico y El Paso para esperar respuesta sobre sus casos. Se les permite regresar a Estados Unidos para recibir la fecha en que deberán comparecer ante una corte. Al menos 70 salvadoreños partieron con rumbo a Estados Unidos en caravana a pesar de la orden de Donald Trump de suspender todo tipo de ayuda a los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras).