“Alma Anaya no es de aquí”. Así, con letras en negro, miles de carteles aparecieron una mañana de octubre de 2018, un mes antes de una elección local. La disputa por un lugar en la Junta de Comisionados del Condado de Cook entre la hija de un exsenador Estatal de Illinois y Alma Anaya, una jovencita con mucho carisma y cuyo único antecedente político era haber trabajado para el Comisionado Jesús “Chuy García”, se encendía.Contrario a lo que buscaban los promotores de aquellos carteles racistas que aparecieron en las calles de los barrios latinos de Pilsen y La Villita, miles de personas se conmovieron por el espíritu de lucha y la increíble historia de vida de Anaya.Con 60 por ciento de los votos, no sólo fue elegida la mujer más joven en la Junta de Comisionados del Condado de Cook, sino que también se convirtió en la única latina en ocupar un sitio en esa Junta en más de 25 años. Es también una de las pocas mujeres inmigrantes que en algún momento fueron indocumentadas y que hoy ocupan un cargo de elección popular en Estados Unidos.Una historia inspiradoraOriginaria de Guadalajara, ella emigró a los Estados Unidos a los seis años. La familia llegó al barrio de Pilsen. Es la mayor de cuatro hermanos y fue criada por una madre soltera en el sur de Chicago.Durante sus años de preparatoria, ella junto a su madre y sus hermanos huyeron de una situación de violencia doméstica que los dejó sin hogar durante un periodo prolongado.La vida como inmigrante indocumentada y como adolescente sin hogar la hizo sentir privada de sus derechos más básicos y se prometió a si misma que lucharía por quienes estaban en esa misma posición vulnerable.“Me quedé en las sombras, nunca le dije a nadie que era una persona sin hogar e indocumentada porque automáticamente te estigmatizan”, contó Anaya hace tres años. Poco tiempo después se convirtió en ciudadana estadounidense.Después de obtener una Licenciatura en Comunicaciones, recibió una Maestría en Administración Pública de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC).No fue hasta su primer evento de recaudación de fondos en 2018 que comenzó a hablar abiertamente sobre la historia de su vida, lo que conmovió a Chicago. Después del evento, recibió muchos mensajes de texto diciéndole que no conocían su historia y le agradecían porque los inspiraba.Finalmente Anaya convirtió la historia de su vida en el mensaje central de su campaña. “Era indocumentada y sin hogar”, comenzaba uno de sus mensajes en video. “Había mucha gente que se me acercaba y me decía que mi historia la inspiraba. He pasado por mucho. Pero estoy avanzando. Y creo que ese es el espíritu de un inmigrante. Ese es el mismo espíritu de nuestra comunidad y del suroeste de Chicago”, concluía el spot que tuvo cientos de miles de reproducciones, muchos de ellos incluso en México.Acciones más que palabrasCon un historial de importantes logros a sus espaldas, en 2019 la comisionada Anaya también ayudó a aprobar una ordenanza que eliminó la base de datos de pandillas del Condado (se probó que esa base de datos estigmatizaba a jóvenes negros y latinos, que eran detenidos por la policía) y prohibió el intercambio de datos entre autoridades locales y autoridades federales de migración, lo que estableció un modelo de referencia para decenas de otros condados en Estados Unidos.También en 2019, Anaya impulsó con éxito una enmienda presupuestaria que asignó fondos para expandir los recursos y la asistencia psicológica a las víctimas de violencia doméstica, un tema muy personal para ella.Durante los últimos 2 años y medio ha sido una importante aliada de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois (IHCC, por sus siglas en inglés). Incluso ella personalmente recorrió las calles recientemente con el equipo de la IHCC entregando volantes, en inglés y español, para impulsar a que los dueños de pequeños restaurantes aplicaran a uno de los importantes subsidios que entregaba el gobierno federal.La comisionada participa activamente para incrementar el compromiso de los gobiernos locales con la educación y la formación para todas las personas, para que los jóvenes puedan conseguir trabajos más cualificados y las personas mayores puedan formarse en nuevos campos.LOS IDEALES DE ANAYA