El Gobierno alemán se plantea prohibir las denominadas "terapias" contra la homosexualidad y una comisión, nombrada por el Ministerio de Sanidad, presentó hoy dos informes en los que concluye que la prohibición "es necesaria desde el punto de vista médico y jurídicamente posible"."Estoy a favor de una prohibición porque la homosexualidad no es una enfermedad y por lo tanto no necesita terapia", dijo el ministro de Sanidad, Jens Spahn, en una comparecencia pública tras recibir el informe.Spahn había creado en abril la comisión, que ha trabajado conjuntamente con la fundación Magnus Hirschfeld."Los informes presentados hoy muestran que las llamadas terapias de conversión deben ser prohibidas", dijo, por su parte, el presidente de la Fundación Hirschfeld, Jörg Litwinschu-Barthel.En uno de los informes se muestra que la orientación sexual de una persona no se puede cambiar a través de "terapias" y el otro muestra un camino jurídico para lograr que prohibición de las mismas no se encuentre con obstáculos constitucionales.Además, los informes de la comisión recogen historias de personas que han sido sometidos a ese tipo de "terapias" y las consecuencias negativas de las mismas.En uno de los casos, una persona que asistía a sesiones generales de psicoterapia descubrió al año de tener ese tratamiento que el objetivo real era cambiar su orientación sexual.La terapia fue interrumpida cuando se sugirió incluir en la misma un tratamiento con electroshocks, se indica en los informes, que no ofrecen más detalles.Otro afectado, que fue discriminado en su entorno religioso, buscó ayuda y terminó acudiendo a grupos que ofrecían "terapias" contra la homosexualidad.En el marco de esa "terapia" se le prohibió el contacto con homosexuales, lo que causó una situación de aislamiento de la que solo salió con la interrupción del tratamiento.