La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, fue investida ayer como candidata al Elíseo por el Partido Socialista en una convención en la que desgranó propuestas de choque como la creación de un impuesto climático que pagarían los más ricos o un giro social con subidas salariales y más peso de los sindicatos.“Vengo a proponer un proyecto de reconquista social, ecológica y democrática. Mi método es simple: la democracia en todas partes y todo el tiempo”, subrayó Hidalgo en un acto caldeado con unos mil 700 simpatizantes del partido en Lille, ciudad gobernada por otra alcaldesa socialista, la exministra Martine Aubry.En un claro intento para sacar su campaña, iniciada hace seis semanas, del estancamiento que vive en términos de intenciones de voto (entre el 4 y el 7 %, según los sondeos), quiso dejar huella presentando algunas ideas de su programa.En el terreno de la política ecológica, que ha sido su principal marca en la gestión al frente de París, avanzó que si llega a la presidencia se otorgarán derechos a los seres vivos y a la naturaleza, con la integración de la protección de los bienes comunes en la Constitución, la creación del delito de “ecocidio” y la puesta en marcha de la figura de un “defensor del medio ambiente”.Pero sobre todo, avisó de que aplicará “un impuesto sobre la fortuna climático que grabará a las familias acomodadas, cuyo patrimonio emite más dióxido de carbono”.En el terreno social, insistió en su voluntad de provocar un aumento generalizado de los salarios si llega a la presidencia y de dar ejemplo con los sueldos de los empleados públicos, en particular los enseñantes, a los que dijo que duplicará su remuneración en los cinco años de mandato.