El líder conservador Sebastian Kurz, de 31 años, ganó este domingo las elecciones legislativas austriacas, según las primeras proyecciones, logrando un probable regreso de la derecha a la cancillería, aunque para ello tenga que aliarse con la extrema derecha. El Partido Popular (ÖVP) de Kurz, de tan sólo 31 años de edad, alcanzó 31.7 % de los votos, según el recuento al 97.7% del escrutinio, incluyendo una estimación para el voto por correo, en unas elecciones que han registrado una participación del 79.4 por ciento. Le siguen el Partido Socialdemócrata (SPÖ), del canciller federal, Christian Kern, con 26.9%, y en tercer lugar se queda el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ) con apenas 26 por ciento. Si Kurz logra formar una coalición, se convertirá en el dirigente más joven de Europa, por delante del primer ministro irlandés Leo Varadkar (38 años) y el presidente francés Emmanuel Macron (39 años). En una Austria próspera pero preocupada por la crisis migratoria, Kurz ha sabido movilizar al electorado conservador con una imagen de modernidad, un discurso muy firme sobre la inmigración y promesas de recortes fiscales.