En el país inició la carrera presidencial por el 2024 y aquí en Jalisco, como en juego de ajedrez, ya sacaron el tablero para acomodar las piezas que participarán en las elecciones a alcaldías y la gubernatura, en junio próximo. Esa ha sido la discusión de los últimos días en el Congreso del Estado: ¿cuántos y cuáles de esos espacios serán para mujeres? Y bajo qué criterios se definirán porque, como en el ajedrez, en la política no es lo mismo ser un alfil, una torre o un caballo.Las reglas del juego están más que claras: debe garantizarse la paridad, un principio constitucional para que haya igualdad en la participación política de hombres y mujeres. Así, cada planilla que se registre a contender en los ayuntamientos debe estar integrada 50% por mujeres (paridad vertical), y en la mitad de los ayuntamientos de cada Estado deben postularse candidatas a las presidencias municipales (paridad horizontal).Hasta ahí todo claro y equilibrado. Pero, ¿en cuáles municipios habrá mujeres compitiendo por las alcaldías y en dónde las candidaturas serán para varones? ¿Cómo lo definirá cada partido político? Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco -históricamente gobernados por hombres- se han convertido en los municipios de la discordia, para que ahí puedan postularse mujeres y garantizar la alternancia de género en las candidaturas.¿Cuál es el “atractivo” electoral y político de estos tres municipios? Que son los más poblados, los que tienen mayor presupuesto y permiten más presencia y proyección mediática a quienes los encabezan. Eso además abre la posibilidad de que de ahí salga la próxima o próximo candidato a la gubernatura; después de todo, los últimos gobernadores de Jalisco pasaron antes por una de esas alcaldías.Para establecer el reparto de las candidaturas por género, el Ejecutivo envió al Congreso del Estado una propuesta para que los 125 municipios se dividan en bloques, tomando en cuenta los más poblados y los de mayor competitividad (los que representan más posibilidades de triunfo para cada partido político). Pero pareciera que la propuesta no se consensó previamente con la totalidad de legisladoras, porque de inmediato diputadas de oposición -junto a regidoras, colectivos, académicas y especialistas en la materia- se pronunciaron abiertamente en contra. Ellas discutieron la iniciativa en foros públicos y plantearon alternativas. Hubo debate por parte de las legisladoras; finalmente, para eso es la política y tratándose de un asunto para garantizar los derechos de las mujeres, lo mínimo que se esperaría es que forzosamente se les incluya en las discusiones. En pleno siglo 21 es imposible que las mujeres que participan activamente en la política vayan a permitir que, desde cualquier escritorio, se manoseen sus posibilidades o alternativas de buscar el espacio que quieran para abonar a la vida democrática y política de su comunidad, y del país.La reforma electoral que envió el Ejecutivo finalmente fue aprobada. Pero en un contexto donde históricamente ha predominado la resistencia y falta de voluntad para que las mujeres participen en la vida pública y política, el principal temor es que no se garantice la postulación de candidatas en los municipios más poblados e importantes de Jalisco; así que muy probablemente sea impugnada en tribunales.Ya veremos si sobre el tablero hay equilibrio en la designación de las candidaturas para dirigir los gobiernos locales. En México ya hay mujeres listas para dirigir municipios, y Estados y el país, pero ¿seguimos necesitando una ley para garantizar la paridad? Evidentemente sí. Instagram: vania.dedios