En diciembre de 2018 -sólo días después de la toma de posesión- la administración de López Obrador presentó el nuevo presupuesto en materia energética, donde se impulsaba predominantemente las energías tradicionales y más contaminantes -combustible, gasolina, diesel y carbón-, dejando de lado a las renovables. Lo que se había hecho en los últimos años se echaba al basurero, y ya se advertía que en un mediano plazo no se iban a cumplir con los compromisos que estaban establecidos en el Acuerdo de París -que en el marco de Naciones Unidas establece medidas para la reducción de emisiones de gases invernadero para combatir el Cambio Climático-.En el convenio firmado por México, se establece que nuestro país en el 2019 debería de alcanzar el 25 % de su consumo mediante la generación de energía limpia, y en ese tiempo del cambio de gobierno ya se estaba al 24.12 %, básicamente gracias a las tecnologías solares y eólicas, que estaban a cargo en su mayoría a inversiones privadas que se habian entregado mediante licitación. Pero lo que ha sucedido en los últimos tres años y medio es otra historia que todos ya conocemos.Todavía en el 2019, a pesar de la posición del gobierno, las plantas solares y eólicas batieron récord de generación de energía y todo pintaba a que la inversión privada continuaria creciendo en dinero y producción, sin embargo el incuplimiento a los contratos privados contraídos que no se empezarona respetar se calificó como “un ataque a la inversión privada” y la Asociación Mexicana de Energía calificaba como “muy grave” la situación por la que se atravesaba.Para poner en perspectiva el error que se está cometiendo al ignorar el aprovechamiento de energía limpias que ayudan a combatir el cambio climático y el daño que se causa al medio ambiente con las energías tradicionales, nuestro presidente debería voltear los ojos al norte, concretamente a California, y fijarse en los logros alcanzados en el tema en los últimos días. El sábado pasado, el estado más poblado del país vecino y la quinta potencia comercial mundial, logró cubrir casi el 100 % -el 99.87 %-de su demanda gracias a las energías renovables. El sol y el viento, sin afectar el medio ambiente, fueron suficientes para cubrir la demanda de un estado que tiene casi 40 millones de habitantes.No podemos sustraernos a la realidad, al alcance y los beneficios de las energías renovables, que solamente por caprichos seniles frenan el desarrollo y perjudican, no solo a México, sino al medio ambiente de todo el mundo. ¡Ya basta de caprichos! ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
