El pasado 11 de enero, en el marco de la Reunión Anual de Embajadores y Cónsules que se llevó a cabo en Palacio Nacional, el presidente López Obrador les pidió impulsar cinco acciones para fortalecer la política exterior de México en el Mundo y les dijo muy claro: ‘Ustedes, cónsules y embajadores hacen realidad los principios normativos de nuestra política internacional establecida en el artículo 89 de la Constitución, sobre todo la recomendación de la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y otros principios normativos”. ¡Muy bien dicho!La Doctrina Estrada -promulgada en 1930 y que establece los principios de la libre autodeterminación de los pueblos y de no injerencia en asuntos internos de otros países como elementos rectores de la diplomacia de México- le ha valido a nuestro país el reconocimiento internacional para actuar como mediador de algunos conflictos.A finales de la administración de Peña Nieto y en la antesala de la llegada de López Obrador -16 de julio 2018-, se habló mucho del cambio de rumbo en la política exterior, ya que el excanciller Luis Videgaray llegó a crear controversia al criticar mucho la “grave situación Humanitaria” en Venezuela y de la necesidad de “reestablecer la democracia”. Sobre esto, el que sería el nuevo canciller, Marcelo Ebrard, dijo: “La postura general es que debemos evitar intervenir. Debemos de tener una posición muy cauta ahí, porque es una agenda promovida por Estados Unidos”.Sin embargo al pasar de los días, las semanas, los meses y los años, la ‘buena intención’ de la ‘no intervención’ se olvidó, y ejemplos hay muchos y muy contrarios a lo que hace siete meses les pidió López Obrador a los embajadores y cónsules.Y ayer en un Twuitt del presidente argentino Alberto Fernández, se da a conocer la ‘Declaración de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner’, donde “manifestamos nuestro más firme respaldo a Cristina Fernández de Kirchner y condenamos rotundamente las estrategias de persecución judicial para eliminar a los contrincantes políticos”. La carta está firmada por el mismo Alberto Fernández, Luis Petro, presidente de Colombia, Luis Arce, presidente de Bolivia, ¿y quien creen?, efectivamente, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.La carta empieza diciendo que “Las personas firmantes manifestamos nuestro más absoluto rechazo ante la injustificable persecución judicial que viene sufriendo la actual vicepresidenta de la República Argentina…”. Y agrega, “...la persecución tiene como objetivo apartar a Cristina Fernández de Kirchner de la vida pública, política y electoral, así como sepultar los valores e ideales que representa, con el objetivo final de implantar un modelo neoliberal”. ¿Le suena a usted estas últimas palabras?Así que la Doctrina Estrada y el espíritu/mandato del artículo 89 de la Constitución Mexicana, López Obrador los interpreta algo así como “A mi que no me salgan con que la ley es la ley”. ¿Usted, qué opina? daniel.rodriguez@dbhub.net