Nuevamente estamos por entrar en campañas. Un sexenio más termina y arranca la carrera por elegir quien llevará la administración pública los siguientes 6 años.Como cada elección, los candidatos lanzarán todo tipo de promesas con la intención de ganarse su voto. Una de esas promesas que ya quedó en la memoria del internet, es la que hizo en 2018 el candidato Andrés Manuel López Obrador respecto a bajar el precio de la gasolina.Hay varios videos del candidato de Morena anunciando que “si ya estuviera en la presidencia, el precio del litro de gasolinaestaría a lo más, en diez pesos”.Si entonces el precio del litro de combustible andaba en 18 pesos. Eso significa que el presidente nos prometía un descuento en el precio del 44 por ciento. Traído a valores actuales en los que el precio de la gasolina en los 23 pesos sería como si el candidato AMLO nos estuviera prometiendo un precio de la gasolina por litro de $12.80 pesos.¿Quién no quisiera pagar por litro de gasolina menos de 13 pesos y poder llenar el tanque del coche con apenas $520 pesos? Supongo que nadie.El problema es que una bajada así del precio, por muy bien que se escuche, no es posible.La razón es que el precio de las gasolinas se ha convertido en una de las pocas formas mediante los cuales el gobierno logra cobrarles algo de impuestos a la gran mayoría de mexicanos. Recordemos que hay dos tipos de ciudadanos: los que pagamos impuestos y los que no.Más o menos una mitad de la población está dentro del sistema y paga impuestos y la otra mitad está fuera. Eso deja a la gasolina, dado que la utiliza todo mundo, en un vehículo perfecto para el cobro de impuestos.Por ejemplo, de cada litro que usted paga, aparte de IVA se cobra un impuesto especial llamado IEPS, el mismo que se cobra a los cigarros o a las bebidas alcohólicas. Ese IEPS por litro es de casi 6 pesos.Pero justo como la gasolina se ha vuelto una variable muy sensible para el presidente y dado que el precio del petróleo ha venido subiendo, la Secretaría de Hacienda “nos hace el favor” de no cobrarnos todo el impuesto al que tendría derecho.A eso le llaman “subsidio”. De los 6 pesos por litro estamos pagando 2.25 pesos, mientras que el gobierno renuncia a cobrarnos los 3.66 pesos restantes.Esos 3.66 pesos por litro, por los millones de litros de gasolina que se venden a diario en el país, representan una fuerte cantidad de dinero que el gobierno ya había presupuestado, pero que ha renunciado a cobrarnos para que no nos enojemos con ellos.De lo contrario, el precio de la gasolina hoy estaría no en 23 sino en 26.66 pesos. Muy mal dato para un gobierno que se prepara para pedirnos en pocos meses nuevamente el voto.