Ya pasó casi un mes desde que la nombraron, pero la nueva contralora ciudadana de Guadalajara, Cynthia Cantero, nomás no llega a tomar protesta. Su nombramiento fue el 16 de diciembre y nos cuentan que en el órgano interno de control todo está parado, esperando a que llegue. Hay asuntos que sólo les falta la última etapa para aplicar las sanciones, pero no se ve para cuándo. ¿Se tomó unas largas vacaciones luego de dejar el Instituto de Transparencia? O de plano no considera urgentes los temas que están pendientes en el Ayuntamiento.* * *Pocas novedades dejan los resultados de la auditoría de la Contraloría estatal a las inversiones del Instituto de Pensiones. Básicamente confirmaron lo que ya sabíamos: se hicieron negocios riesgosos y dañaron el patrimonio de los burócratas.Sin embargo, ni con los resultados de la revisión enfrente, el fiscal anticorrupción, Gerardo de la Cruz, se animó a ponerse plazos o, por lo menos, perfilar para cuándo se aplicarán acciones concretas o avances en las denuncias presentadas.Tampoco el gobernador le puso nombre y apellido a los autores de las escaramuzas financieras que afectaron el fondo de los trabajadores o jubilados. Y recurrió a la frase de que van contra quien resulte responsable.Por momentos, se dio la impresión de que la presentación de la auditoría fue un mensaje para advertir a varios personajes que no les han dado el perdón y que podrían salir raspados. O con su respectiva cita ante el juez y la posibilidad de quedarse en prisión por el riesgo de fuga.* * *Por cierto, mientras las autoridades estatales presumen esas investigaciones en el Instituto de Pensiones, ya se olvidaron del pago de 9.9 millones de pesos que el Ipejal realizó durante los últimos seis meses de la pasada administración a una enfermera “vip”.La entonces trabajadora cobró de forma “irregular” ese dinero por el servicio de “curaciones” para derechohabientes del organismo -según el Instituto-, pero la carpeta de investigación quedó en el cajón y nada se sabe.