Para los demócratas una victoria, para los republicanos una derrota, y para México una preocupación.La victoria es política para Joe Biden porque significa el fin de la validez de los Protocolos de Protección al Migrante; la derrota es para quienes respaldan la disposición Quédate en México promovida por el expresidente Donald Trump y la preocupación para nuestro país porque el fallo de la Corte Suprema, en el sentido de que quienes soliciten asilo permanezcan en suelo norteamericano, motivará aún más a miles de migrantes a que se animen a buscar ese recurso legal para ser recibidos en el país vecino.De alguna manera la decisión del máximo tribunal sorprendió a muchos conocedores del tema, porque apenas en agosto del año pasado un juez de distrito le concedió la razón al estado de Texas que se oponía a la eliminación del programa Quédate en México, porque los centros de asistencia para migrantes en su frontera con México estaban sobresaturados y la demanda crecía de manera alarmante.Así que todos los migrantes que pidan asilo en Estados Unidos recibirán el acceso y esperarán en suelo norteamericano una resolución a su caso por parte de las cortes de inmigracion, una vez que se hagan ajustes a los protocolos de entrevista y recepción del caso. Sin embargo, no todos los que se presenten a la frontera y soliciten el asilo automáticamente ingresarán al país. Deberán de presentar pruebas sólidas que fundamenten que cumplen con los requisitos que la ley reconoce para proceder a iniciar el proceso, como son, demostrar que son perseguidos, que han sido amenazados o que su vida esté en peligro en caso de que sean deportados a sus países de origen.Obtener el asilo no es un trámite sencillo. De acuerdo con estadísticas del Servicio de Ciudadanía e Inmigracion (USCIS) del Departamento de Estado, en el 2021 el gobierno estadounidense concedió solamente 2,264 casos de asilo afirmativo y 1,201 fueron rechazados, pero más de dos millones de personas quedaron pendientes por la saturación de las cortes de migración y estos se procesarán -según se estima- entre cinco a siete años. Hoy, que se estima que en diferentes puntos de la frontera de México con Estados Unidos hay casi 70 mil migrantes esperando solicitar el asilo, se prevé que el proceso será muy prolongado y no todos tendrán garantizada una resolución favorable.La historia de cómo se han generado las caravanas que se han formado en Centroamérica, en donde convergen migrantes de Sudamérica, el Caribe y de África, nos muestra que se han integrado y han iniciado su recorrido hacia el norte cuando se ajustan los protocolos migratorios en Estados Unidos. Y hoy, aunque la decisión es para dar ingreso a quienes presenten un caso real de persecución o amenaza, motivará seguramente a que muchos busquen presentar casos simulados. Esto incrementará el intento de tránsito de los migrantes por nuestro territorio para llegar a la frontera norte y con ello correr los riesgos de que sean objeto de abuso, robo, secuestro, violacion de derechos humanos y en muchos casos de hasta perder la vida. Y estas, no son buenas noticias para México. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net