La fecha del 17 de agosto de su último año de gobierno -a 109 días de dejar la gubernatura y de retirarse de la vida pública- Enrique Alfaro nunca la va a olvidar. Y no precisamente por ser el día que quedó inaugurada la obra -tras años de muchos conflictos con los pueblos vecinos- de la presa de El Zapotillo que permitirá el abasto de más agua para la zona metropolitana de Guadalajara, sino por la vergüenza que le hicieron pasar cuando estaba rodeado del presidente López Obrador y de la presidente electa Claudia Sheinbaum.El rostro que mostraba Enrique Alfaro al ser abucheado por ciudadanos -obviamente morenistas- cuando hizo uso de la palabra en la ceremonia del sábado, lo decía todo. Tanto el inquilino de Palacio como Claudia tuvieron que intervenir para interceder para que dejaran hablar al gobernador. En una de las decenas de fotografías publicadas en los medios -”que dice más que mil palabras”- se ve a Claudia intercediendo por el gobernador, Alfaro con la mirada perdida y AMLO con su diestra en el hombro del abucheado, serio, pero aparentemente disfrutando del mal momento que pasaba el anfitrión. Los gritos de “fuera Alfaro... no al fraude -refiriéndose a las impugnaciones de Claudia Delgadillo a la victoria electoral de Pablo Lemus- rata pelona” y un enorme barullo, impedía que Alfaro lograra hilvanar una frase dando la bienvenida a López Obrador y Sheinbaum.Pero, ¿porque AMLO “gozaba” el rechazo a Alfaro? Hay que recordar que las diferencias entre López Obrador y Alfaro comienzan desde hace 12 años, cuando el gobernador contendía por primera vez por el gobierno estatal y el tabasqueño intentaba por segunda ocasión la presidencia. Ambos defendían la coalición integrada por el PRD, el PT y MC, pero como el Alfaro sostenía un pleito con el ex rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla, solo compite por MC y por lo tanto López Obrador no apoyó al candidato del PRD, Fernando de al Garza. A partir de ahí, Alfaro se desprendió de Andrés Manuel y tomó distancia del candidato presidencial, provocando una serie de desencuentros a lo largo de los años. Solo hay que recordar cuando en mayo del 2018 -durante la campaña de Alfaro al gobierno de Jalisco- publicó un video en que reproba las ideas de AMLO, señalando que tenía “una visión trasnochada” y muy autoritaria, ofreciendo que si llegara a la gubernatura y el morenista a la presidencia, defendería los intereses del estado y que no se convirtieron en “un tapate” del gobierno federal. Comentario que provocó la respuesta de López Obrador al señalar que MC se ha convertido en “un partido palero” que sirve al grupo en el poder, al que califica de “la mafia en el poder”.Alfaro, que terminará su gestión el 5 de diciembre, en su video del 10 de julio del año pasado cuando anunció que al terminar su administración se retira de la vida política, dijo que “el dia que me retire, terminando mi gobierno, quiero hacerlo en serio, quiero hacerlo con tranquilidad de haber vivido lo que viví”. “En serio” -si se retira- es posible que si lo logre, pero “... con tranquilidad” no creo que sea mucha, después de la vergonzosa exhibición pública que le perdieron el respeto los morenistas -en su propia casa-, nada más ni nada menos frente al presidente y a la presidente electa, a los que aparentemente ya no volverá a ver oficialmente. ¡Vaya despedida! para Enrique Alfaro.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net