Detrás de las declaraciones del jueves pasado del sub secretario de Seguridad del Gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja, en el sentido de ver semejanzas en el modus operandi del asesinato del jefe de gabinete de Puerto Vallarta, Salvador Llamas Urbina, ocurrido el viernes 21 de octubre en un famoso restaurante de la colonia Providencia, y el cometido la madrugada del 18 de diciembre de 2020 en Puerto Vallarta contra el ex gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, en el restaurante bar Distrito 5, está la hipótesis de que podría tratarse de la misma organización criminal la que planeó estas ejecuciones de estos personajes políticos.Tanto para las corporaciones policiales mexicanas como las de Estados Unidos en el artero crimen del ex mandatario estatal participaron sicarios y capos del Cártel Nueva Generación y señalan en particular, además del detenido José Manuel “S”, alias “Manu” Vaquita y Saúl “N”, alias “El Chopa” o el “Señor de Vallarta” quien cayó abatido en abril pasado al enfrentarse a militares, al méxico-colombiano Carlos Andrés Rivera Varela “La Firma”, a Francisco Javier Muñoz Ramírez “El Charro” (detenido), a Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán “El Rey Sapo”, considerado el mando del CJNG en Puerto Vallarta, así como a Alejandro Chacón Miranda, dueño de la agencia de viajes Dale Tours y Javier Gudiño “La Gallina”. Habrá que ver si en las hipótesis del ajusticiamiento del vallartense buscan alguna pista en estos nombres.En su momento, y porque el ataque contra Aristóteles se dio 26 días después del asesinato del desarrollador inmobiliario Felipe Tomé, también en Puerto Vallarta, se especuló que estos homicidios podrían tener alguna vinculación. Fuentes allegadas a la investigación no descartan por ello, que esa línea se pudiera reabrir luego del crimen de Llamas Urbina.Pero así como el subsecretario federal encuentra similitudes, también hay una gran diferencia en estos homicidios. Mientras la escena del crimen en Vallarta fue brutalmente alterada cuando empleados del establecimiento inmediatamente después de la ejecución se encargaron de lavar el baño, levantar la alfombra y arrancar los sistemas de videovigilancia para borrar toda huella, en el restaurante de Providencia se lograron preservar evidencias, aunque hay una maleta con la que llegó la víctima que sigue sin encontrarse.Lo que habrá que destacar también es el comedido trato que dio Mejía Berdeja al tema del asesinato del funcionario morenista que fue en vida un cercano aliado político del subsecretario de Seguridad Federal que ahora busca la candidatura de Morena a la gubernatura de Coahuila. Al menos desde 2013 que Llamas buscó por el partido Movimiento Ciudadano la alcaldía de Zacatecas, y en 2018 que contendió por el partido Verde por una diputación contó con el apoyo de quien ahora trata de esclarecer su asesinato.