Por increíble que parezca (de hecho, yo misma creí que era una práctica exclusiva de México), las noticias falsas, fake news o bulos como también se les conoce, además de la desinformación, son un fenómeno global. Tanto, que en esta semana el secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, emitió un mensaje al mundo para que todos nos apliquemos la “vacuna de la verdad” o “de la confianza” según diversas traducciones, aunque en el fondo significan lo mismo.Guterres afirmó que mientras el planeta se enfrenta a una de las peores crisis después de la Segunda Guerra Mundial, desatada por la pandemia de la COVID-19, es preciso atajar también “otra peligrosa epidemia: la desinformación”.En calidad de alerta, el secretario General de la ONU dijo: “Proliferan los consejos de salud perjudiciales y las soluciones de aceite de serpiente [...] El odio se está volviendo viral, estigmatizando y vilipendiando a personas y grupos [...] un veneno que está poniendo aún más vidas en peligro”. Y después aseveró: la “vacuna es la confianza” en la ciencia, las instituciones y “en cada uno de nosotros”.El mensaje está dirigido a las personas, a los ciudadanos de las naciones que conforman el mundo, los que podemos ser víctimas y tenemos en nuestras manos, en un ejercicio de voluntad, atajar el avance de la pandemia, cuidándonos cada quien por nosotros y por todos, quedándonos en casa y atendiendo las recomendaciones oficiales entre las que se incluye, precisamente, aprender a discriminar la información útil y benéfica, de la inservible y perjudicial.Diferentes motivaciones están detrás de las noticias falsas. En México, lamentable, incomprensible e indignantemente, el componente político-electoral ha prevalecido, en lugar del interés común por el bien de todos los mexicanos. En contraste y, por fortuna, lo que se dice en redes sociales no llega a la mayor parte de la población, aunque definitivamente hace mucho daño cuando se hace de mala fe, con información sin sustento y genera más incertidumbre y confusión en una sociedad de por sí inmersa en incertidumbre y miedo.Ante la repetición de que en México se actuó tarde, pese a los buenos números que seguimos presentando en comparación con otras naciones, me di a la tarea de rastrear las primeras menciones o noticias sobre el nuevo coronavirus y la enfermedad que causa. La primera advertencia a todos los integrantes del sistema de salud en nuestro país se difundió en el Boletín epidemiológico de la segunda semana de este año, la del 5 al 11 de enero. Se publicó un aviso preventivo de viaje a China “por neumonía de etiología desconocida” que circuló el 9 de enero de este año. A partir de esa fecha la información no cesó, al contrario, se incrementó en la medida en que se identificó el virus y se empezaron a multiplicar los casos en China, Corea, Japón, Irán e Italia. Semana tras semana se publicaron las recomendaciones generales y las acciones en México. Basta escribir en el buscador de internet: “Boletín epidemiológico 2020” para que aparezca de inmediato la página, que de todos modos dejo por aquí, como siempre: https://www.gob.mx/salud/documentos/boletinepidemiologico-sistema-nacional-de-vigilancia-epidemiologica-sistema-unico-de-informacion-231750.No hubo inacción de parte del Gobierno federal, y no se trata de entrar en polémica ni de descalificar otras decisiones, la idea es trata de contribuir con información cierta, porque lo que necesitamos usted y yo, es confianza. Esa vacuna de la confianza que nos permitirá salir adelante de esta contingencia.No estaría mal, ahora que tenemos más tiempo, repasar lo que ha sido la estrategia de México que inició en enero y ha sido varias veces reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Todo está registrado en el boletín, además hay noticias que se pueden rastrear y en internet está íntegra y accesible la colección de conferencias de prensa exclusivas sobre COVID-19 que empezaron el 27 de febrero (https://www.youtube.com/watch?v=xvkFKqH8E7M), el día que se confirmó el primer caso en México. Un mes antes, el 30 de enero, se celebró una sesión extraordinaria del Comité Nacional para la Seguridad en Salud.La estrategia del Gobierno federal está planificada desde enero, no quiere decir que sea perfecta (no creo que en el mundo se haya diseñado una así), pero está conformada por acciones desde diversos frentes que tienen que ver con capacitación, avisos constantes a la comunidad del sistema de salud, previsión de necesidades que se incrementarán dentro de poco como sangre, equipos médicos especializados y otros materiales, así como de infraestructura hospitalaria que se ha denominado reconversión. Otras medidas se han definido e implementado en un contexto de pandemia: económicas, dirigidas a las poblaciones de comunidades indígenas; a las mujeres, adultos mayores y niños, a las personas con discapacidad, educativas, en fin. Todo está a disposición de quien quiera acceder a información de calidad. Nosotros, usted y yo, estamos más allá de ambiciones políticas y económicas; nuestra salud, nuestra vida está de por medio, las de nuestros seres queridos. Esto es lo más importante. Tenemos que mantenernos a salvo de la pandemia y de la infodemia. Con la ventaja de que, contra esta última, sí hay vacuna. (lauracastro05@gmail.com)