Tenemos que cambiar nuestra forma de ver la vivienda, me dijo Carla Escoffié, autora del libro “País sin techo”. Una casa, Carla dixit, es un fenómeno estructural y político, no sólo un producto del mérito y el esfuerzo individual. ¿Qué significa? Que la vivienda es un derecho humano, no sólo un negocio o bien patrimonial. Significa que los esfuerzos institucionales deben enfocarse en garantizar un lugar digno para vivir antes que una propiedad para poseer. Implica explorar otras modalidades de tenencia (así funciona en otros países): rentas subsidiadas por el Estado, cooperativas de vivienda, refugios temporales en caso de una crisis económica familiar y en resumen cualquier mecanismo para evitar quedar en la calle. El artículo 4 de la Constitución Política de Jalisco, recién reformado, dice que tenemos derecho a una vivienda digna. También obliga al Estado a generar políticas públicas para garantizarla con especial atención a las personas de bajos ingresos y prohíbe la especulación con el suelo. En pocas palabras, una casa es un derecho humano como el agua, la educación o el trabajo. Así de simple y complejo, pues la vivienda es la puerta de entrada a muchos otros derechos como, por ejemplo, el derecho a la ciudad y la justicia territorial. En este sexenio apenas el 1.8 por ciento de la vivienda construida en Jalisco ha sido económica (menor a 500 mil pesos), según el Registro Único de Vivienda. Por otra parte, mientras en el país 25 de cada cien casas fueron vivienda vertical, en Jalisco esa tendencia se eleva a 45 de cada cien. Hay vivienda, pero inaccesible para los sectores más vulnerables (el grueso de la población), lo que abre espacio a la especulación y a que el mercado dicte las políticas de vivienda como un negocio, no como un derecho humano. Y esto no significa la exclusión de una u otra visión sino de equilibrarlas en beneficio de la ciudad, la vivienda para los más vulnerables y el desarrollo inmobiliario como un negocio ordenado. “Jalisco es el Estado con más viviendas nuevas desocupadas de cinco años o menos, más que cualquier otro Estado”, me dijo Escoffié. Este es un tema impostergable al que debemos poner lupa y colocar en la agenda para 2024. Qué política de vivienda ofrecen los candidatos en todos los niveles: Presidente, mandatario estatal, alcaldes y diputados.
