Como pasa en todas las reuniones de primeros mandatarios, como la Cumbre de Líderes de América del Norte, cuya décima edición se realizó esta semana en la Ciudad de México, habrá que esperar para evaluar el verdadero impacto de los acuerdos y los temas tratados en corto, más allá de los comunicados conjuntos que son previamente redactados, y omiten los asuntos en los que no hay coincidencias.El martes, los Presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, emitieron un mensaje en el que anunciaron la creación de un comité conjunto para hacer frente a las crecientes importaciones de Asia a América del Norte con la planificación de la producción para sustituir el mayor número de ellas, en beneficio de la región, sin ofrecer mayores detalles.También, como se acostumbra, en la rueda de prensa que ofrecieron los tres mandatarios juntos, evadieron las preguntas espinosas y contestaron las que quisieron. Al modo, López Obrador extendió su participación para agradecer a Biden no construir un metro de muro y pedirle su intervención ante el Congreso estadounidense para mejorar las condiciones migratorias. Biden agradeció a AMLO acceder a recibir 30 mil migrantes al año y lo refutó al afirmar que EU apoya más a los países del tercer mundo que todas las naciones juntas, por haberle reclamado mayor apoyo para Latinoamérica. Trudeau por su parte se limitó a decir que las tres economías deben complementarse para ser más “resilientes”. Para el canciller Marcelo Ebrard fue un triunfo diplomático que en la agenda de la Cumbre quedara fuera el tema de la contra reforma energética, que es la que ha tensado más las relaciones de México con Estados Unidos y Canadá, y que están a punto de entrar a la fase de las controversias por las denuncias que han hecho inversores privados extranjeros por el cambio de reglas en esta materia, que, consideran, violan el T-MEC.Del tema de la inseguridad y el narcotráfico, que también ha sido fuente de reclamos constantes a los gobiernos mexicanos, aunque nadie lo expresó, fue claro que la detención de Ovidio relajó las críticas, aunque el propio AMLO advirtió de la creciente amenaza del fentanilo, la principal droga que manejan “Los Chapitos”. Quien desde luego se queda más que satisfecho con la Cumbre, pese a la embarcada de los 30 mil migrantes sin apoyo financiero alguno de los Estados Unidos, es López Obrador, quien amante de los símbolos en su estilo personal de gobernar, está feliz de haber logrado que Biden aterrizará en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), al que no volvió para regresar a su país, y por las selfies en el antiquísimo elevador de Palacio Nacional, para comunicar su buen trato entre sus colegas de América del Norte y las esposas, pese a las abismales diferencias en su discurso y en su visión de país y a que poco avanzó en su afán de aparecer como el gestor de América Latina ante sus socios de América del Norte, en especial con Estados Unidos.jbarrera4r@gmail.com