Por Omar RodríguezEl receso de verano, esa tan ansiada pausa por equipos y pilotos de la Fórmula Uno, no pudo llegar en mejor momento para alguien en especial más que para Sergio “Checo” Pérez.Una semana que en general fue tensa para nuestro héroe local, terminó con notas negativas al no poder hacer puntos en el Gran Premio de Hungría de ayer, sin embargo, es una de las menores preocupaciones que tiene ahora el piloto tapatío.Pérez entró en el ojo del huracán a mitad de semana, declarando que la situación financiera en Force India no era la ideal y que estaba pensando en su futuro dentro del equipo; un día después trascendió que la escudería había entrado en un proceso de administración por los adeudos que tiene con acreedores, entre ellos el propio piloto tapatío.Todo se aclaró el fin de semana y de no haber sido por las acciones tomadas por Checo, no lo habríamos visto correr ayer y ni siquiera el resto de la temporada, por lo que lo hecho por Pérez Mendoza le da oportunidad a la escudería de reponerse.Y veámoslo de esta manera: si hay alguien al que le importa que a Force India le vaya bien, es al propio Checo. Simple, ¿por qué?, porque el jalisciense ha sido el piloto más rentable en la historia de la escudería, y los cinco podios que ha entregado al equipo son prueba suficiente, además de que lo que haga el mismo Checo con la escudería le sirve como vitrina para tomar nuevos aires (que le urgen) en la Fórmula Uno.Sin embargo, y aunque Force India tiene una deuda millonaria con el piloto mexicano, pesa más la deuda deportiva que tiene con el jalisciense, esto al no entregarle un coche que sea compatible con las capacidades que el mismo Pérez ha demostrado en los cinco años con la escudería.A la historia alrededor de Checo y Force India todavía le queda cuerda, pero este mes de receso es un buen inicio para tomar un necesario respiro.