Durante años conforme se acercaban los informes de Gobierno nos llenaban de frases que trataban de esconder los fracasos. Calderón nos repitió que viviríamos mejor y no fue así. La guerra contra el narco queda como muestra y su legado permanece. Enrique Peña Nieto nos pidió recordar que lo bueno también cuenta y que los resultados se traducirían en menor corrupción y menor impunidad. La Casa Blanca y Ayotzinapa hablan por sí solos.Hoy en el tercer informe de López Obrador nos afirma que su Gobierno ha sido de hechos y no de palabras. Desgraciadamente la realidad es muy necia y siempre regresa con la crudeza de los números a callar discursos. Las palabras se hacen largas y se llenan de vacíos. Durante las 159 conferencias matutinas este año nos han dejado más de 56 mil afirmaciones falsas según los datos publicados por SPIN-TCP. A ellas habrá que sumar el Informe por los primeros 100 días del tercer año de gobierno, el informe por la conmemoración de los 3 años de la victoria electoral del 2018 y la presentación del libro “A medio camino”. Se han acostumbrado a gobernar bajo palabras para maquillar los resultados.En los hechos nos dirigimos a la militarización del país entregando funciones civiles a las fuerzas armadas, a la creación de una guardia nacional de militares y al endoso de facultades sin un verdadero plan de salida.En los hechos con la desaparición del Seguro Popular tenemos 15 millones más de mexicanos sin acceso a la salud. La red de distribución de medicinas sigue sin funcionar y “durante la primera mitad de 2021, la inversión en salud representó solo 1% del gasto total en salud y fue 51% menor a la del mismo periodo de 2020” según datos de México Evalúa.En los hechos en el último mes casi 1,300 personas más se suman a las 90mil desapariciones forzadas. Somos un muro migratorio de facto. Tenemos más de 90mil homicidios dolosos en este sexenio. Los feminicidios no cesan. Y el crimen organizado gana terreno.En los hechos tenemos más pobres y más pobreza extrema. Malgastamos recursos a proyectos faraónicos. Invertimos menos en infraestructura educativa. Y la desigualdad entre educación privada y pública se acentúa.En los hechos las palabras caen una por una, se entierran y escriben mensajes lapidarios. Las palabras de odio polarizan y la estigmatización a periodistas no es respetar la libre expresión.A medio camino son muy pocos los hechos con buenos resultados. Queda el aumento al salario mínimo, la recaudación a grandes contribuyentes, la regulación del outsourcing, la entrega de algunos programas sociales y un mar de buenas intenciones.En el día nacional de los otros datos, el gobierno de López Obrador no es distinto a los presidentes anteriores. Construye un México de palabras y esconde los hechos que no quisiéramos tener.@JoseiRasso