El 14 de julio del año pasado el Congreso de Jalisco aprobó la figura de Diputado Migrante. En aquel entonces se dijo que cerca de 5 millones de jaliscienses que viven en Estados Unidos ahora podrán tener voz y que sus inquietudes tendrán un impacto en las políticas de donde son oriundos. De concretarse la decisión en el mediano plazo, Jalisco se convertirá en el sexto estado de la República en tener a un representante migrante en el Poder Legislativo, como ya lo tienen la Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Zacatecas. Pero, ¿para qué? ¿Cuál es el beneficio?El tema fue abordado en Guadalajara la semana pasada, cuando la presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Paula Ramirez Höhne, dijo que de acuerdo a la legislación, “se obliga a los partidos políticos y a las coaliciones a postular a una persona migrante”.En la estructura orgánica de la Legislatura de Jalisco no se habla de una definición de diputado, pero se da entender que son los encargados representantes del pueblo, que su trabajo consiste en escuchar y recoger las inquietudes de los ciudadanos para llevarlas al Congreso, donde se deben tomar decisiones a favor de la comunidad, además de defender los derechos sociales, buscar y proponer soluciones a los problemas que aquejan a su distrito.Las diputaciones migrantes fueron reconocidas en febrero del 2021 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), gracias a propuestas que por varios años realizaron activistas y organizaciones civiles, quien argumentaron que en el exterior hay cerca de 30 millones de mexicanos, que no tienen voz y que no están representados.Sin embargo, un diputado migrante tiene muy poco margen de operación en el exterior. Pongamos como ejemplo el caso de Jalisco con los cinco millones de paisanos que están esparcidos en 50 estados de la Unión Americana.¿Cómo escucharlos y recoger sus inquietudes?. Solamente un pequeño porcentaje de jaliscienses pertenecen a organizaciones o clubes sociales en algunas grandes metrópolis -Los Ángeles, Houston, Dallas, Chicago, San Antonio, etc.-, donde pueden ser ubicados, pero el resto están desparramados en cientos de comunidades.Desde la integración del primer diputado migrante el único logro efectivo ha sido el reconocimiento de la Matrícula Consular como identificación oficial en todo México, como una medida generalizada. Pero fuera de eso, las funciones de asistencia y de defender los derechos de los mexicanos en el exterior las cumplen a través de los 53 Consulados y la Embajada en Washington.El año pasado Avelino Meza, secretario general de Fuerza Migrante, dijo que una diputación migrante, además de las limitaciones operativas, tiene retos muy importantes en su implementación, primordialmente con la ubicación y comunicación con los paisanos. Además, hay un rechazo por parte de los mismos partidos políticos, porque quien tenga la asignación deberá radicar en el extranjero y viajar permanentemente para estar en las sesiones del Congreso local, lo que representa gastos extraordinarios y complicaciones de logística, por lo que no hay interés jurídico de promover la figura.El siguiente paso no es encontrar y designar al diputado migrante, antes habrá que legislar sobre sus derechos y obligaciones en el exterior, las herramientas de las que va a disponer y las limitaciones a las que se va a enfrentar, además de la estrategia para estar en permanente contacto con cinco millones de personas -en el caso de Jalisco-, escuchar sus inquietudes y resolver sus necesidades. Un diputado más, ¿para qué?.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net