Esta mañana -de manera virtual- desde el púlpito de Palacio Nacional, el presidente Lopez Obrador debió haber inaugurado el regreso a la actividad comercial de la marca Mexicana de Aviación, no de la compañía como se conoció y operó casi por 90 años y que desapareció en el 2014. El primer vuelo -de acuerdo a lo programado- debió haber salido del aeropuerto Felipe Angeles con destino a Tulum, Quintana Roo.Sin embargo, en lugar de festejar el reingreso de una aerolínea que fue emblema y líder en América Latina, que operaba con 112 aviones de última generación, regresa a la actividad en medio de muchas mentiras, casi nula competitividad, subsidiada -que es lo peor- y con solo cinco aviones.Pero vamos por partes. De los aviones que se utilizarán, tres son parte de la flota de la Secretaría de la Defensa Nacional -que pertenecen a la compañía Boeing-, dos 737-800 y uno 737-300, con antigüedad de casi 20 años. Otros dos marca Embraer modelo 145 -en operación desde hace 23 años-, que ya están descontinuados por la compañía brasileña que los fabricó. La promesa inicial, en la propuesta presidencial, era que se usarían solo 737-800, y únicamente dos son de esa generación.De acuerdo a la promesa original gubernamental, el punto de equilibrio de la “nueva” Mexicana se alcanzaría en un par de años -a principios de 2026-, pero antes de iniciar operaciones se convirtió en otra mentira. Un análisis financiero de la Secretaría de la Defensa Nacional, que presentó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que fue publicado el viernes pasado por el diario El Financiero, establece que “La Aerolínea del Estado Mexicano o Mexicana de Aviación alcanzará su punto equilibrio hasta el 2029”.Cuando surgió el proyecto de regresar a la actividad a Mexicana de Aviación, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) aplaudió la intención, pensando en que “los trabajadores -que tenían tantos años en el pleito laboral- iban a resarcir sus derechos, de los cuales fueron despojados con el tema de la quiebra. Teníamos la idea de que iban a arrancar junto a sus empleados y sindicatos, pero cambiaron las cosas, cambiaron el discurso. Y no es el camino correcto desde el punto de vista laboral”, dijo ayer en una entrevista radiofónica el capitán Huberto Gual Angeles, secretario general de la ASPA.El líder sindical de los pilotos dijo además que la manera en que está “reviviendo” Mexicana se hace en medio de “condiciones no equitativas. Nunca nos dijeron que era una aerolínea que iba a contar con subsidios” y que fuera a conseguir certificaciones expeditas “esquivando regulaciones”. Ahondó en el tema, bajo el argumento que todas las aerolíneas tienen que pagar “seguridad social, mantenimientos, ISSSTE, INFONAVIT", que la misma ley obliga a todas las empresas privadas. En este caso, todo esto ya está subsidiado, porque -el personal- es parte del ejército, que se paga con nuestros impuestos. “Estoy seguro, no creo, afirmó, que esto va a crear una competencia desleal que puede crear un desequilibrio en el sector aeronáutico y que pudiera generar condiciones desfavorables para el sector”. Además, “Por una parte se nos dijo que era para tener una mayor competitividad, pero no. A partir del primero de enero tenemos costos más altos de operación, y por otro, será una aerolínea subsidiada”.Así que, bienvenidos a bordo. Usted, qué opina? daniel.rodriguez@dbhub.net