El segundo mandato de Donald Trump a partir del próximo 20 de enero prefigura un periodo turbulento en la política internacional y, tal vez, una era de oscuridad y persecución de libertades y derechos individuales en Estados Unidos. Todavía no asume la presidencia, pero ya ha lanzado advertencias y amenazas que han generado reacciones tanto de molestia como de preocupación para las poblaciones involucradas en las provocaciones trumpistas.A dos semanas de asumir la presidencia, Trump ha lanzado amenazas de intervención en México, y su intención de tomar el control del Canal de Panamá y de la isla de Groenlandia, territorio bajo soberanía de Dinamarca. Y lo que parecía una mera broma de un bullying: la de anexar a Canadá como un nuevo Estado de la Unión Americana, ya ha sido retomado en serio por algunos políticos conservadores de ese país.La personalidad maleducada, vulgar y desenfadada de Donald Trump hace que declaraciones como éstas de amenazar con invadir o tomar el control de territorios soberanos de otros Estados, no sean tomadas en serio o descalificadas como meras balandronadas. ¿Pero qué tan en serio deben tomarse estas declaraciones y amenazas de Trump?A juzgar por la historia de las potencias hegemónicas en los pasados cinco siglos del moderno sistema-mundial capitalista, todas las naciones que han ocupado el liderazgo del sistema interestatal han sido intervencionistas, colonizadoras e imperialistas. Así lo fueron las ciudades-Estado italianas, las Provincias Unidas que ocuparon e invadieron territorios desde América hasta África y Asia, al igual que lo hizo Gran Bretaña cuando desbancó a Holanda como potencia hegemónica del capitalismo mundial.Tras el declive de Gran Bretaña, que defendió su calidad de potencia hegemónica en dos guerras mundiales primero contra Francia y luego contra Alemania, Estados Unidos se levantó como la potencia hegemónica global. Y llegó ahí con un largo proceso de intervencionismo en diversas partes del mundo, especialmente en América Latina.Ningún país ha conocido más los estragos del intervencionismo de Estados Unidos que México. Después de consolidarse como nación independiente de Inglaterra y comenzar su expansión territorial a expensas del despojo y la guerra en contra del los pueblos originarios de esa parte del continente americano, los gobiernos de Estados Unidos enfocaron sus ambiciones imperiales sobre México. En 1835 promovieron la separación de Texas y, mediante la invasión a nuestro país y la guerra de 1848 a 1846, Estados Unidos se alzó con el control de más de la mitad del territorio mexicano. La guerra terminó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado el 2 de febrero de 1848, que cedió los actuales estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Wyoming y partes de Colorado a Estados Unidos. Pero no fue la única invasión del país del Norte a territorio mexicano. A lo largo del siglo XIX lanzaron cerca de una decena de intervenciones, hasta terminar con la invasión de 1914 con el pretexto de perseguir y detener a Francisco Villa. Gastón García Cantú cuenta todas estas vicisitudes en su libro clásico “Las invasiones norteamericanas en México”.En su ensayo “Intervenciones norteamericanas en América Latina”, Paco Peña cita al menos unas 20 intervenciones de Estados Unidos en los países de la región, desde la guerra a España para quedarse con Cuba como protectorado, hasta promover la independencia de Panamá de Colombia y las invasiones a Nicaragua hasta las invasiones más recientes a Granada (1984) y Panamá (1989).La vocación expansionista e intervencionista de Estados Unidos parece infinita. Un ensayo reciente de dos profesoras estadounidenses (Sidita Kushiy y Monica Duffy Toft, de la Universidad de Bridgewater, Massachusetts) citan que este país ha lanzado cerca de 400 intervenciones militares entre 1776 y 2019. Las invasiones más recientes son las de Afganistán (2001), Irak (2003) y Siria. La mitad de estas 400 intervenciones militares se llevaron a cabo entre 1950 y 2019, y más del 25 por ciento ocurrieron después de la Guerra Fría.Así que, sí, hay que tomar muy en serio las amenazas de Trump sobre tomar el control del Canal de Panamá, Groenlandia o esperar intervenciones acotadas a fuerzas especiales en México. Con la llegada de Trump se abre otro ciclo del imperialismo estadounidense.