Lo que parecía hasta hace dos semanas sería un invierno triste -oscuro y frío- para los demócratas, donde el 21 de enero del año próximo se daba por un hecho que iban a entregar la presidencia a los republicanos en Estados Unidos, hoy el panorama luce completamente diferente y todo parece indicar que el verano se va a prolongar -lleno de sol y calor- con el nuevo liderazgo de Kamala Harris en la contienda electoral. Todo se está moviendo de manera inesperada y se ha convertido en un fenómeno social.Si los demócratas estaban preocupados por el presidente Biden, hoy están optimistas de tener una candidata que ha dado la sorpresa y en pocos días ha mostrado más de lo que esperaban. Los únicos atributos de Biden -en el ocaso de sus plenas facultades físicas y mentales- eran con base en su prolongada carrera política, su personalidad, estilo y seriedad. Sin embargo, hoy con Kamala, se han encontrado en muy pocos días a una candidata serena, articulada, con contenido y severa cuando se necesita. Con ella se espera que gane terreno en un nicho en donde Biden había perdido terreno, como era entre los jóvenes, hispanos, votantes varones de color y los indecisos o no comprometidos.A eso hay que agregarle los traspiés de Donald Trump, quien sorprendido ante la nueva contrincante ha tenido que cambiar su enfoque de campaña y en ese proceso se muestra errático. El miércoles al presentarse ante la Asociación Nacional de Periodistas Negros en Chicago acuso a Kamala de “engañar a los votantes” sobre su raza. “No sabía que era negra hasta hace unos años, cuando por causalidad se volvió negra, y ahora quiere que se conozca como negra, Así que, no sé, ¿es india o es negra?”, haciendo referencia a sus raíces de madre india y padre jamaiquino. La respuesta de Kamala no fue directa al comentario -para muchos racistas de Trump- sino relacionado al “impulso en esta carrera está cambiando. Hay señales de que Donald Trump lo está sintiendo”, dijo la candidata demócrata. Y es que los comentarios de Trump, en lugar de estar enfocados en los asuntos de interés general de la nación, se desvía -como buen populista- con temas fuera de contexto con la intención de distraer la atención.Cuando Trump “navegaba” en aguas tranquilas, sintiéndose dueño y señor de la situación, nunca se esperó encontrarse con un rival político que en poco tiempo los tiene en igualdad de condiciones en la percepción de la opinión pública. Las encuestas demuestran entre los votantes registrados que Kamala está en la preferencia (44 vs 42 por ciento) y la diferencia de que hoy Trump es el presionado. Y en el debate, que aparentemente el ex presidente da la impresión quiere evadir -poniendo pretextos sobre quien lo transmitirá, que nada tiene que ver que sea la cadena de televisión ABC donde está programado- la experiencia de Kamala, de hablar con argumentos -como Fiscal que fue- ante un hombre que a base de mentiras y fanfarronerías divaga, llevaría aún más las de perder. En Kamala el ex presidente se “encontró la horma de su zapato” y posiblemente el obstáculo más grande para poder llegar nuevamente a la Casa Blanca.¿Usted, qué opina?