La desesperación frecuente, por lo que hace o deja de hacer la pareja, suele ser uno de los motores del malestar que se llega a vivir de una manera frustrante.Desde levantarse de mal humor, hasta estar reclamando cualquier cosa insignificante, se puede convertir en una cotidiana e incómoda manera de relacionarse.Pero la vida en pareja está sometida a una convivencia cotidiana en el hogar, que amerita desarrollar todo tipo de habilidades, para poder tolerar y salir adelante, de buen humor, ante las dificultades.Aquí unas ideas que pueden ayudar a facilitar el estar en forma más positiva y desarrollar un mejor estilo de vida:1.- CONTROL DE SÍ MISM@: Los errores que puedan cometer los demás, no deben de afectarte y provocar que reacciones impulsivamente sin tener un filtro. Se trata de aprender a mantener una cierta estabilidad que permita la ecuanimidad y disminuya los sobresaltos. Más que fijarte en lo que hacen o dicen los demás, fíjate en lo que tú haces o dices.2.- MANTENER TU ALEGRÍA: La fuerza del buen humor reside en la alegría que practicamos todos los días, la podemos manifestar desde con una sonrisa, hasta en nuestro tono de hablar y relatos simpáticos de algo que nos ha sucedido o pensamos. Se sabe que una persona enojada, molesta, inconforme e insensible es mucho más propensa a estar triste, con la cabeza agachada y viviendo un mundo pesimista y negativo. Lo que fácilmente lo puede conducir a estar propenso a explotar y agredir.3.-PRUDENCIA: Saber decir las cosas muy oportunamente y no decir ni más ni menos que lo que es justo y correcto, saber callar o decir sólo lo necesario y no incurrir en alegatos, sobresaltos y debates innecesarios. Es una forma sabia de practicar la paciencia. No hacer emocional lo que te incomoda o molesta de los demás. Incluye saber posponer tus comentarios y tolerar, bajo la tutela del respeto, los defectos que están aflorando.Esperamos que éstas ideas, den un poco más de luz a tu capacidad de sobrellevar una relación, que parece difícil, sobre todo cuando ambos están empeñados en continuar con las tensiones, en vez de buscar la manera de romper los círculos viciosos que deterioran la calidad de vida.Además, ser más paciente, te enseña a vivir con el arte de esperar con sabiduría.